El Tecnyconta Zaragoza, con nueve victorias, y el Real Betis, con ocho, se jugarán la permanencia en las dos últimas jornadas de la competición regular. El cuadro aragonés, antepenúltimo clasificado, actuará el próximo miércoles en Manresa, ante rival ya descendido matemáticamente a la Liga LEB; y el domingo, al abrigo de sus aficionados, se medirá con un Estudiantes ya sin aspiraciones en el curso actual. Le bastará, a priori, con una sola victoria para sellar su continuidad en la máxima categoría.

Mientras, el equipo andaluz recibirá en casa al Andorra, un rival que tiene prácticamente asegurada su presencia en los ‘play off’, y cerrará el curso en Málaga, contra el Unicaja. Para firmar la salvación, los béticos necesitan atrapar dos triunfos y, al mismo tiempo, que el Tecnyconta doble la rodilla en sus dos compromisos. Aragoneses y andaluces tienen igualado el ‘basketaverage’ particular, por lo que un posible empate entre ambos se resovería por la diferencia general de puntos. Y en este supuesto, las opciones de permanencia del Betis resultan prácticamente inabordables: en la actualidad, el Tecnyconta cuenta con un balance de -168, por el -259 que presentan los sevillanos.

A falta de dos jornadas para que finalice la competición, y con el Manresa ya desahuciado semanas atrás, únicamente el Tecnyconta y el Real Betis pueden ocupar la plaza de descenso restante. El Obradoiro selló la permanencia matemática el pasado sábado, después de imponerse en casa al Betis (88-67). Fue el décimo triunfo de los gallegos en el curso actual, lo que le garantiza su continuidad en la máxima competición nacional. También el Joventut, que superó ayer al Manresa (100-66), ha firmado la salvación matemática durante el fin de semana.

Una final en Manresa

"Está claro que el partido del miércoles, contra el Manresa, es una auténtica final", advierte el entrenador del Tecnyconta, Luis Guil, quien considera que el club aragonés "debe continuar como sea en la Liga ACB", ya que Zaragoza "es un ciudad que respira baloncesto". Sin embargo, también recuerda que son los propios jugadores quienes, con su actitud en la pista, "tienen que demostrar que quieren la salvación", y deben hacerlo "dejándose la vida" en los dos encuentros que restan por disputarse.

En este sentido, Guil finalizó muy molesto tras el duelo del pasado domingo, frente al Real Madrid, donde los zaragozanos apenas resistieron durante los primeros cinco minutos del choque. "Se puede perder, pero no de esa manera. No se puede esperar que el Real Madrid cometa errores sin forzarlos tú, porque, si lo haces, al final te mete cien puntos. Y eso es lo que sucedió. Solamente estuvimos bien en el segundo cuarto, donde sí fuimos a por el partido, defendimos, arriesgamos y conseguido que nuestro rival estuviera incómodo. En el resto del partido, no demostramos en ningún momento que nos estamos jugando la vida", recuerda el técnico de los zaragozanos.