Los mandamientos de Anquela

El técnico del Huesca no hace cuentas, recuerda la preponderancia del equipo sobre cualquier aspecto individual y solicita "creer en nosotros mismos".

Juan Antonio Anquela dando instrucciones en un entrenamiento de esta semana.
Los mandamientos de Anquela
RAFAEL GOBANTES

Si Moisés contó con sus tablas para promulgar los mandamientos, Juan Antonio Anquela, entrenador del Huesca, dispone también de su propio catálogo de preceptos innegociables desde su posición de mando en el banquillo. Puede que no lleguen a diez las normas de obligado cumplimiento para el preparador andaluz, pero sean los que sean los mandamientos de Anquela estos salen a menudo a la luz. Él mismo se encarga de recordarlos. Ayer, de nuevo, con el Rayo Vallecano asomando en el horizonte, recapituló alguno de sus grandes principios. El equipo por encima de cualquier aspecto individual, la exigencia, el no hacer cuentas y el "creer en nosotros mismos para mantener la ilusión" fueron objeto de debate por parte del ‘míster’ azulgrana, que pretende que sus futbolistas no se desvíen un milímetro "de la línea en que venimos últimamente".

Pese a los once encuentros sin perder y la séptima plaza, a un solo punto del ‘play off’, Anquela no terminó conforme con el pasaje final en el empate de Oviedo (1-1). "Me disgustaron algunas cosas. En este equipo tan importante es jugar 80 minutos como diez. El que no me entienda tiene problemas, porque ya se lo he dicho clarito", aseguró. "Antepongo el equipo a cualquier individualidad", reza su primer mandato.

Surgió el nombre de Álvaro Vadillo, fuera del once desde que saliera por problemas físicos. "Es un jugador distinto pero le exijo como al que más. Para mí por delante está el trabajo". Mandamiento segundo. "Nos ha dado mucho cuando ha estado bien y tiene que estarlo", reiteró. "Si esa filosofía (equipo y esfuerzo) la llevamos todos en nuestro gen, el Huesca será un equipo muy grande que peleará con quien sea. Lo ha demostrado", matizó.

Anquela aportó más proclamas doctrinales. "Es que mi filosofía no la voy a cambiar. Solo me interesa nuestro resultado. No me vale para nada hacer cuentas porque quedan 21 puntos", indicó.

Además, descifró a su "gran rival" como "la exigencia del campeonato. Hasta ahora el equipo no ha dado síntomas de debilidad. Siempre ha estado fuerte de moral y ahora queda lo más difícil, viene la hora de la verdad". Para esta fase decisiva, el cuarto mandamiento: la fe. "Hay que creer en nosotros mismos para mantener la ilusión hasta el final por conseguir algo bonito", dijo.

En la persecución oscense al ‘play off’ de ascenso, se entrecruzará el lunes el Rayo Vallecano (17.00), que visitará El Alcoraz en su mejor momento de la temporada. "Quiero que todo el mundo se conciencie y que sepamos contra quién jugamos. El Rayo tiene una plantilla hecha para subir a Primera. Ahora está a su nivel y es muy peligroso. Se sienten fuertes y cuentan con calidad en todas sus líneas", manifestó el técnico del Huesca. "Pero si estamos en la línea que llevamos podemos competir ante cualquiera", insistió.

"Estos chavales han llegado hasta aquí a base de trabajar como condenados", añadió Anquela, quien desea que el público altoaragones "venga el lunes a disfrutar y para eso tenemos que darle un producto de calidad".

Crítica a los comités

En ese producto no estará la dupla Aguilera-Melero, una vez que los comités de Competición y Apelación desestimaran los recursos por sus tarjetas en Oviedo. "Es totalmente injusto, sobre todo lo de Aguilera. Siento impotencia porque el mundo del fútbol no esté en manos de la gente del fútbol", señaló Anquela, que confesó que en el Tartiere "todo salió al revés porque estábamos preparando el cambio de Aguilera". Sastre, David López y Bambock optan a dos puestos. "Yo duermo tranquilo porque sé que lo harán bien", apostilló.

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