El título de pichichi en la SD Huesca no tiene dueño, ni parece que vaya a encontrarlo, por lo menos hasta la recta final del campeonato liguero. Cuatro jugadores dentro del vestuario azulgrana se mueven en números similares de anotación, demostrando que en el conjunto de Anquela el gol es cosa de todos, especialmente de una segunda línea muy participativa. De los 38 goles que ha conseguido anotar el equipo hasta el momento, siete han sido obra de Álvaro Vadillo, otros tantos de Gonzalo Melero, seis de Borja Lázaro y cinco de Samu Sáiz.

Si Vadillo parecía haberse consolidado en esa condición tras los cuatro goles que firmó en tres jornadas, con su doblete en Elche y sus tantos a Sevilla Atlético y Elche, las dos jornadas que suma sin anotar han permitido a Melero igualarle. El tanto que consiguió el madrileño contra el Mallorca para abrir el marcador permitieron poner un siete en su cuenta particular, aunque como insistía el mismo mediocentro al término del encuentro, "lo que importa no es quién marca los goles, sino que el equipo pueda seguir sumando".

Les siguen en la estela de máximo anotador Borja Lázaro, con seis goles, que ha encadenado varias jornadas sin anotar, tras hacer el primero en el derbi aragonés del pasado 3 de febrero; y Samu Sáiz, con cinco tantos. El mediapunta comenzó la temporada liderando al conjunto en este aspecto, pero en las últimas jornadas ha sido mayor su participación a nivel de asistencias, sumando las dos del encuentro frente al Córdoba y las dos contra el Sevilla Atlético.

Alexander González con cuatro y David Ferreiro con otros cuatro, también han participado de la anotación oscense, al igual que Camacho con dos, y Nagore y Aguilera con uno. El que resta dentro de los 38 logrados por el Huesca lo anotó Urko Vera, ahora en el Mirandés.

Esta situación es inusual dentro de la categoría, en la que la gran mayoría de conjuntos se mueven en una fórmula similar, contando con un referente dentro de la anotación, que acumula un alto porcentaje de los goles de su equipo. El Lugo, con los 18 de Joselu y los solo 3 de Campillo como siguiente goleador; o el Levante, con Roger y sus 19 goles, seguido de Jason con 9, se convierten en dos de los principales ejemplos en este sentido dentro de la Segunda División.

El gol está más repartido en otros conjuntos como el Valladolid, con los ocho de Arnaiz, siete de Villar y siete de De Tomás; o el Reus, con seis de Mayor, seis de Fran Carbía y cuatro de Ramón Folch, aunque en ningún equipo son tantos los futbolistas que se mueven en un ritmo anotador similar como ocurre en la SD Huesca.