Julián Giral, la nueva estrella de la velocidad

El piloto de Ontinar de Salz se presenta en Madrid bajo los colores del equipo oficial mundialista Estrella Galicia 0,0.

Julián Giral, ayer en Madrid en la puesta de largo de su nuevo equipo
Julián Giral, ayer en Madrid en la puesta de largo de su nuevo equipo
J.C.G.

Julián Giral sujeta con determinación la moto y sale lanzado a todo gas hacia su gran objetivo: alcanzar la élite mundial del motociclismo. Sin salirse de la trazada, el piloto de Ontinar de Salz se crece en las rectas de los circuitos. Con 14 años exhibe madurez personal y deportiva, cualidades que le han convertido en la nueva estrella de la velocidad. Una perla codiciada y que desde este curso pertenece al proyecto del Estrella Galicia 0,0. El aragonés fue ayer una de las figuras de la puesta de largo de las estructuras que lidera el patrocinio de la cervecera española. En el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, el joven, que competirá por tercer año consecutivo en el RFME Campeonato de España de Velocidad (CEV) en la categoría PreMoto 3, lució la mejor de sus sonrisas bajo la atenta mirada de Emilio Alzamora, director deportivo del equipo.

"Estoy muy contento por la oportunidad que tengo de llegar a uno de los equipos de referencia del motociclismo. Intentaré luchar por el título ya que contamos con todos los medios posibles para ello y con dos años de experiencia. Pienso que a la tercera va la vencida". Son las primeras palabras del flamante piloto del Estrella Galicia, que recoge el premio "a la constancia y a los entrenamientos". A su lado, nombres propios del Mundial, como Tito Rabat, Jack Miller, Álex Márquez, Franco Morbidelli, Arón Canet o Enea Bastianini, a los que en un futuro aspira a imitar. Y en la grada, las personas con las que comparte su felicidad: su padre Juan Carlos y su madre Reyes. Ambos vigilan las evoluciones de un adolescente que maneja un discurso nítido. "No soy un piloto que encima de la moto me vuelva loco. La cabeza me funciona bien, siempre tengo las cosas claras", sentencia el deportista, aplicado en la conducción como con los libros en el colegio San Gabriel de Zuera, donde estudia Tercero de ESO.

Julián es "un enfermo de las motos", reconoce su padre. Con dos años tuvo su primera máquina con la que empezó a dar rienda suelta a su pasión. Su verdadero acelerón llegó en 2011, cuando empezó a competir en la Copa Promo Aragón, una iniciativa que puso en marcha la Federación Aragonesa para buscar talentos en esta especialidad. Al año siguiente inició su idilio con el podio, del que no se ha bajado cada curso. Hace dos años, el joven piloto dio el salto a la principal competición nacional de dos ruedas, el RFME CEV, cuna de futuros campeones como su ídolo, Marc Márquez, arropado por la única escudería profesional con ADN aragonés, Targobank Motorsport. Aquí ha crecido y ganado en experiencia, rodando en pistas largas subido a una máquina de 250 cc que pesa casi 90 kilos, forrada con las firmas (Traffic, Neumáticos Clavijo, Arento, IDE, Carpintería Cajo, Ayuntamientos de Ontinar de Salz y Zuera...) que han apoyado su ilusión.

Su mánager, y alma máter del Motorsport, Raúl Millán vio en Julián un diamante en bruto. "Es impresionante verlo rodar en pista. Tiene madera, va rápido y es muy inteligente. El chico ha tenido una progresión enorme y el trabajo ha tenido su repercusión. Era uno de los favoritos para entrar a formar parte del equipo Estrella Galicia, y ya está ahí. Me siento satisfecho por el trabajo que hemos hecho y por la recompensa obtenida. El objetivo es llegar a lo más alto. ¿El techo? Ya se verá. Tiene una oportunidad enorme para progresar", reconoce Millán.

Estrella Galicia ya intentó llevarse a Julián la temporada 2016, pero su familia frenó el paso. "Queríamos que estuviera un año más con Raúl, que trabajara en casa. Ahora ha llegado su momento. El chaval está tranquilo, sabe que va a hacerse con una buena moto y que 2017 tiene que ser el de la consolidación", explica Juan Carlos Giral. Julián no se abrumó por los focos, ni por el humo que envolvía el escenario del Teatro Nuevo Apolo. Junto con sus compañeros de las categorías PreMoto 3 y 85 GP, y los pilotos del Team Mundial Júnior Moto 3, el de Ontinar de Salz se manejó con soltura, posando como un profesional. "Hay que acostumbrarse al ambiente y al lugar en el que estás. Aquí solo entran los mejores y yo formo parte del grupo. Es un orgullo", resalta el deportista, que en 2016 sumó tres podios en otras tantas carreras en el campeonato nacional y rozó el podio final.

Apoyado en una BeOn, luciendo el uniforme oficial, Julián ya tiene preparada su hoja de ruta, hasta que se levante el telón del RFME CEV, el 23 de abril en el Circuit Ricardo Tormo de Valencia. Los primeros test serán del 13 al 16 de marzo y el 1 de abril en Valencia y Alcarrás. "Inicio esta tercera etapa más maduro. Sé que la presión es mayor, especialmente a nivel mediático. Pero yo voy a intentar mantener los pies en el suelo. En una competición, además de darlo todo, también es importante el factor suerte. Pero lo más importante es tener la cabeza fría y, sobre todo, en las primeras carreras. Arriesgando cuando toque. Quiero el título y lucharé por ello", afirma con desparpajo Julián Giral, que va lanzado dispuesto a emular a otro ilustre de la velocidad, Luis Carlos Maurel, nombre propio del motociclismo aragonés, campeón de Europa de 250 cc y el único piloto de la Comunidad que ha formado parte de la parrilla mundialista.

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