El capitán de la nave azulgrana, Juanjo Camacho, quiere a todos sus marineros en cubierta en un momento especialmente importante para la trayectoria del Huesca en el presente campeonato liguero de Segunda División. La derrota en el derbi frente al Real Zaragoza ha embravecido las aguas, esas que anegaron el verde de El Alcoraz y que ahora, más revueltas, golpean sobre el casco de una embarcación oscense que no termina de encontrar el rumbo en los encuentros que se han sucedido en 2017. Por eso, Camacho se alió ayer con el patrón,Juan Antonio Anquela, para refrendar las palabras pronunciadas por este el sábado, cuando criticó la actitud de alguno de sus grumetes por no asumir el tener que quedarse en los camarotes y esperar turno. El ‘10’ azulgrana abogó por "dejar fuera los egos" y pensar únicamente en el colectivo. "Hay que intentar cambiar la dinámica cuanto antes", reflejó el atacante azulgrana. Para conseguirlo apuesta por recuperar los parámetros sobre los que cimentó la tripulación altoaragonesa su gran primera vuelta de competición.

"Alguno de mis futbolistas va en función de la camiseta. Si es del uno al once, perfecto; si no es así, malas caras, y eso es una cosa que me duele mucho y me cuesta digerir". Así expresó el técnico Anquela su inquietud sobre lo sucedido en el derbi. La situación que denunciaba el entrenador surgió por la variación del once inicial previsto anteriormente debido a las inclemencias meteorológicas.

"El que se sienta aludido tiene que valorarlo lo máximo posible. Ahora hay que pensar solo en el equipo. Hay que dejar los egos fuera porque es la única forma de crecer. Así nos ha ido bien y hay que seguir igual", señaló el capitán Camacho acerca del relato emitido por Anquela en la sala de prensa. "El míster ha querido dar un toque de atención en ese sentido. Cada uno sabe por quién lo ha dicho, así que el que se sienta aludido, que intente cambiarlo", recomendó. "Si a partir de ahí cree que esa actitud debe cambiarla, será un hecho individual en favor del equipo. El Huesca siempre se ha caracterizado por ser un equipo fuerte e ir todos a una", apostilló.

La marejada en el océano azulgrana se basa en los números: una victoria en los últimos diez partidos, cero triunfos y solo dos puntos en 2017. Pero no solo la estadística cuenta, también, y mucho, las sensaciones. Porque el elegante velero oscense que se movía con agilidad por la regata de la Segunda División parece haberse transformado en las últimas semanas en un pesado barco de combate con dificultades para maniobrar. De ahí que Camacho expresara la necesidad de "cambiar la dinámica cuanto antes. Gracias a la primera vuelta que hemos hecho aún nos queda un margen de puntos con el descenso, pero no podemos descuidarnos", avisó.

El capitán conoce cuáles son las cartas de navegación para salir de la tormenta, enterrar cualquier posibilidad de zozobra y adentrarse de nuevo en aguas de tranquilas. "Nos ha ido bien el carácter, la competitividad y el hambre de todos durante la primera vuelta. Ahora, como no acompañan los resultados, es más complicado transmitir eso, pero el equipo está preparado. Tiene suficiente calidad y carácter para sacar esto adelante", sentenció Camacho, quien recordó lo sucedido ante el Zaragoza: "Conseguimos ponernos por delante, teníamos mucha ilusión y fue un palo gordo. Queríamos ganar en casa con nuestra afición pero el empate tan temprano nos pasó factura".

Mañana de charlas y trabajo

El Huesca volvió al trabajo ayer en una mañana que arrancó en el instituto Montearagón con charla de Anquela al grupo. A continuación, diálogo exclusivo entre el entrenador y Samu Sáiz. El madrileño fue uno de los que ocupó puesto en el banquillo junto con Vadillo, Alexander, Ferreiro, David López y el portero Queco Piña.