Carlos Mayo vuela hacia Belgrado

El doble subcampeón de Europa de cross consigue la mínima para el próximo Europeo tras imponerse con autoridad en una emocionante final de 3.000 metros.

Un eufórico Carlos Mayo celebra sobre la línea de meta su victoria en la final de 3.000 metros lisos.
Un eufórico Carlos Mayo celebra sobre la línea de meta su victoria en la final de 3.000 metros lisos.
Aránzazu Navarro

Nervios, emoción, plusmarcas... el Trofeo Ibercaja Ciudad de Zaragoza en pista cubierta celebrado ayer en la capital aragonesa tuvo de todo. Alrededor de 2.000 personas vibraron en una de las citas más esperadas, que reunió en el Huevo a varios de los mejores atletas del momento. Dos mínimas para el Campeonato de Europa de Belgrado y cuatro mejores marcas de España fueron el balance de una cita que volvió a estar un año más a la altura de las expectativas generadas.

La final de los 3.000 metros era la prueba estrella de la cita. El zaragozano Carlos Mayo era la gran atracción del Memorial José Manuel Juan Boix, que los últimos cuatro años había parado el cronómetro por debajo de los ocho minutos. El doble subcampeón de Europa de cross, guiado por su liebre Yago Rojo, marcó un buen ritmo que le permitió marchar en todo momento en el grupo de cabeza, con el objetivo de rebajar la mínima (7:56.00).

A falta de solo dos vueltas, el argentino Bruno se puso al frente de la carrera. Y en los últimos 180 metros el aragonés tomó la iniciativa. Tras cruzar la última vuelta, las piernas de Carlos Mayo eran empujadas por el entregado público zaragozano, que no dejó de jalear ni un solo metro al atleta del equipo Adidas.

Apretó los dientes y persiguió con más corazón que cabeza la importante cita de Belgrado. Al final, la primera posición (7:54.34) significó un doble reconocimiento. Victoria y mejor marca española del año para él. "Ha sido la carrera perfecta. Tenía todo pensado y con el público apoyándome ha sido todo más fácil. Lo mejor que me pudo pasar es tener una carrera apretada, además de tener fuerzas al final para poder dar ese extra", explicó Mayo nada más cruzar la meta.

El sub 23 agradeció también el apoyo de un público que no cesó de animarle. "Me he vaciado. Siento una ilusión y unas ganas de seguir mejorando tremendas. Sin duda, es el mejor reconocimiento posible a todos estos meses de entrenamiento", concluyó.

Al cruzar la meta le esperaba su compañero y amigo Toni Abadía, ausente ayer debido a una tendinitis en la rodilla derecha, con el que se fundió en un emotivo abrazo nada más concluir la prueba. "Carlos es un deportista enorme. Hoy, una vez más, ha demostrado que no tiene barreras, bajando de ocho minutos con la fortaleza que lo ha conseguido", indicó Abadía, quien recibió también el reconocimiento del Simply Scorpio por su reciente participación en la cita de Río.

Cristina Lara, la otra mínima

La otra gran protagonista de la tarde fue la atleta del FC Barcelona Cristina Lara. La final femenina de 60 metros lisos vivió otro apasionante final, en el que se impuso Andrea Purica. La venezolana pulverizó el récord de su país (7.29), por delante de Lara que fue segunda (7.41), consiguiendo la otra mínima de la tarde para el Europeo de Belgrado, que también constituía la mejor marca española.

El Memorial Carlos Val tampoco decepcionó. El nigeriano afincado en Zaragoza Jonathan Nmaju se impuso con un sobresaliente registro (6.68), destrozando la marca mínima(6.70). Tras él, cruzó la meta el mejor velocista español de la última década, Ángel David Rodríguez ‘el Pájaro’ (6.75), batiendo en dos ocasiones la mejor marca mínima nacional (lo hizo también en semifinales con un tiempo de 6.76).

La otra mejor marca de España la consiguió la olímpica Patricia Sarrapio, con un salto de 13,58 metros en el triple femenino. Por su parte, Didac Salas dominó con autoridad el concurso de pértiga superando los 5,40 m.

En la prueba de 800 metros masculina, se impuso el aragonés César Larrosa (1:51.36). El atleta del Simply Scorpio se quedó a las puertas de batir el récord de Aragón que estaba en poder de Jerónimo Cuervo (1:50.37), conseguido en 1989. La zaragozana Isabel Macías tuvo que conformarse con la tercera plaza en los 800 femeninos. "Siempre es especial correr delante de tu gente, me he visto bien aunque creo que me hubiera beneficiado más un ritmo más tranquilo", indicó Macías.

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