Un equipo sin gol

Sin gol. Imposible ganar sin gol. Y el Zaragoza todavía no ha marcado en 2017. Tres partidos de nula producción ofensiva lastran el rendimiento de un colectivo que ya se halla más próximo a la frontera del descenso que de la promoción de ascenso. Pero no solo flaquea el conjunto aragonés en el área rival. También se muestra blandito en la propia, donde ha encajado gol en los últimos ocho partidos. Es más, en los 11 encuentros de Agné como gestor del banquillo zaragocista, solo el Mirandés se ha quedado sin mojar. Malo cuando no marcas y te marcan. Sin necesidad de escrutar otras parcelas del campo, el comportamiento en las áreas plasma con fidelidad el rendimiento del equipo del león rampante.

El nuevo año ha agudizado las carencias del Real Zaragoza. Atrás sigue ofreciendo concesiones. Aunque es arriba, en la línea delantera, donde el desplome en las prestaciones se ha hecho más evidente. Tan evidente que todavía no ha marcado gol en el año entrante. Nació 2017 con la visita del Girona. Estaba en juego la posibilidad de reengancharse a la pugna por el ascenso directo. A tres puntos de la tierra prometida podía situarse el conjunto aragonés. La mayor solidez estructural del Girona se impuso con holgura en La Romareda (0-2). Ese día se perdieron tres puntos y quizás algo más: la esperanza de ascender directamente a la Primera División.

Establecido desde el mismo instante de perder ante el Girona en una nueva dimensión, en un nuevo estatus, el Real Zaragoza se ha desplomado en las últimas dos semanas. Perdió con más claridad de la que denota el marcador en Tenerife (1-0).

Y volvió a perder el sábado ante un rival que saltó al campo con el triste rótulo de colista. El último fue mucho mejor a lo largo de la primera mitad (1-0). Es cierto que en la reanudación pudo marcar el Zaragoza. Y que incluso le pudieron pitar algún penalti. Pero la mejoría resultó insuficiente. Globalmente, el equipo con más rica historia de los ahora censados en Segunda no fue mejor que el anterior inquilino de la última plaza. Ergo, sobran motivos para activar el protocolo de emergencia...

Balance negativo

Incapaz de marcar en 270 minutos, con los dos últimos goles marcados a través de una cantada del portero del Rayo y de un ‘penaltito’ en el área vallecana, el percal no pinta nada de bien. Con Agné en el banquillo, el Zaragoza ha marcado 12 goles y ha recibido 15, sumando 14 puntos sobre 33 posibles. Sobre 11 partidos, se han ganado cuatro con el técnico de Mequinenza, se han empatado dos y se han perdido cinco.

Estos registros, igual en Segunda División que en Segunda Regional o Segunda Alevín, invitan más a mirar hacia abajo que hacia arriba. Por eso el Zaragoza ha caído hasta la decimocuarta plaza. Las consecuencias de no marcar gol...