Un partido de waterpolo y una promesa por la donación de médula ósea

La zaragozana Cristina Bravo superó hace año y medio una leucemia ayudada por los valores que aprendió en la piscina de El Olivar y que este sábado transmitirá junto a los representantes de Dona Médula Aragón.

Cristina Bravo, este jueves, en el Olivar.
Un partido de waterpolo y una promesa por la donación de médula ósea
Toni Galán

La historia de Cristina Bravo comienza como otras tantas historias. El 24 de agosto de 2013 le diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda tipo T y estuvo siete meses y medio ingresada. Como ella, cada año 5.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España. "Me pusieron en aislamiento inverso y estuve sin poder salir del hospital durante casi ocho meses. Los que me venían a visitar se tenían que poner guantes, mascarilla, gorro, bata… Era una situación dura y complicada", explica la zaragozana.


Pero Cristina Bravo es una guerrera, una guerrera del agua forjada en la piscina de El Olivar, club con el que llegó a ganar seis veces el campeonato de Aragón de waterpolo e incluso, siendo una de las promesas más importantes de la Comunidad, estuvo preseleccionada con la selección española Juvenil. En esa etapa, en su periodo de formación deportiva, aprendió una serie de valores que se le quedaron guardados para siempre, pasaron a integrar su forma de ser y los utilizó en el peor momento de su vida. "Poco a poco, conforme avanzaba el tiempo en el hospital, me daba cuenta de que inconscientemente estaba utilizando los valores que había aprendido a través del deporte para salir hacia adelante. La fortaleza, la disciplina, el mirar al frente o el tratar de levantarse siempre son enseñanzas que me ayudaron muchísimo en los momentos más duros. Y todo eso lo aprendí en la piscina", subraya.


En otro de esos interminables días de su ingreso hospitalario, Cristina se hizo una promesa: "Me prometí que si superaba la leucemia celebraría mi 40 cumpleaños con un gran partido de waterpolo vinculado a la donación de médula ósea”. Aunque se barajó la posibilidad durante varios meses, finalmente Cristina no necesitó una donación de médula para superar su enfermedad, pero sí que comprendió lo importante que sería para ella (como para todos los que están en su situación) la posibilidad de tener disponible una compatible con la suya.


"Mejoré, salí del hospital y continué con el proceso de recuperación hasta finales de agosto de 2015. Ahora estoy perfecta, he vuelto a jugar al waterpolo y he vuelto a ser yo", explica con ilusión. La historia de Cristina tiene un final feliz y un epílogo todavía mejor. Ya fuera del hospital, Cristina conoció la Asociación Dona Médula Aragón (creada en 2012) e inmediatamente se vinculó como voluntaria. "Nuestro objetivo es aumentar el número de inscritos como donantes de medula ósea y, para eso, lo más importante es dar información impartiendo charlas en institutos, colegios u otras asociaciones. La primera fue en Salesianos y allí, casualmente, nos enteramos de que su orientadora, Cristina, tenía problemas de leucemia", relata Juan José Clavería, vicepresidente de la Asociación Dona Médula Aragón.


Ahora, Cristina pertenece junto a otras 150 personas a Dona Médula Aragón, que ha logrado que 2.239 aragoneses se hayan inscrito durante el 2016 en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO). Una cifra muy superior a los 29 que se apuntaron en 2010, un par de años antes de la creación de la asociación. En total, en el registro hay 4.800 aragoneses, una cifra todavía insuficiente teniendo en cuenta que hay un donante compatible por cada 40.000 o 50.000 personas. En España la cifra se eleva hasta los 280.000 donantes y en el mundo hasta los 30 millones, aún muy lejos de los necesarios.

Una oportunidad de salvar una vida

Este sábado, Cristina cumple 40 años y, tal y como se prometió en sus peores días de hospital, los celebrará con un gran partido de waterpolo. Será en El Olivar, que ha cedido gustosamente sus instalaciones (además con precio gratuito) para realizar primero, de 17.30 a 19.00, una charla coloquio y de 20.00 a 21.00 un encuentro en su piscina con antiguos compañeros de la época de Cristina y de generaciones posteriores. Para concluir, habrá un brindis por la vida en el restaurante de la casa social.


"Primero, quiero transmitir la importancia del deporte y lo que me ha ayudado en una situación tan difícil como la leucemia. Y después, animar a la gente a que se haga donante de médula, que es muy sencillo. Si del sábado sale un nuevo donante de médula, me acostaré muy feliz”, relata. Junto a ella estará Juan José Clavería, que acercará de primera mano la situación de los donantes de médula en Aragón.


"Si una persona se inscribe como donante de médula ósea va a ofrecerle a otro la oportunidad de salvarle la vida. Los únicos requisitos son tener entre 18 y 55 años y estar sano. Se trata solo de extraer una pequeña muestra de sangre que se analiza y después entras a formar parte de una base de datos. Ahora mismo hay gente en los hospitales que necesita una medula y en el registro no hay una compatible para ellos. Estamos trabajando para concienciar a la gente”, manifiesta el vicepresidente.


"Nuestro mayor problema es el desconocimiento. Luego, realmente, la donación es muy sencilla. En el 80% de los casos es una simple donación de sangre y en el otro 20% se hace a través del hueso de la cadera. Pero en ambos casos, el siguiente día ya puedes hacer una vida absolutamente normal y, quizá, a otra persona le estás salvando la suya", incide Clavería.

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