Zancadas para un récord

El espigado mediofondista César Larrosa (Scorpio) se superó el pasado sábado en Zaragoza, donde firmó la mejor marca española júnior de 2.000 metros (5:22.56).

César Larrosa, ayer en el Palacio de los Deportes de Zaragoza.
Zancadas para un récord
Aránzazu Navarro

César Larrosa ejecutó una jugada maestra el pasado sábado en el Palacio de los Deportes de Zaragoza. El mediofondista, apasionado del ajedrez desde su niñez (fue subcampeón de España alevín), dibujó el movimiento de sus largas piernas con precisión y se lanzó a toda velocidad en busca de un récord de mérito. La plusmarca nacional júnior de 2.000 metros en pista cubierta, un registro que guardaba desde 1995 el multicampeón ilicitano Juan Carlos Esteso con 5:23.63. El atleta del Simply Scorpio alargó su poderosa zancada, siguiendo la figura de su compañero de entrenamiento Eduardo Menacho y empujado por su ambición, para pulverizar el crono y pararlo en 5:22.56. Un marcón, y con el valor adicional de correr sobre una pista con 180 metros de cuerda: en total, 11 vueltas y un pellizco de 20 metros más. Su nombre ya figura para la historia.


"La verdad es que no me fue mal. La semana pasada me puse por primera vez las zapatillas de clavos, guardadas desde el Nacional absoluto de julio. Y los entrenamientos no habían ido mal", recuerda Larrosa. Unas buenas sensaciones que se ratificaron el sábado, en el transcurso de un control de marcas programado por la federación en el popular Huevo. Lanzada la carrera por Menacho, hizo el primer 1.000 a 2:40; 200 metros después, se enfrentó en solitario a los últimos giros. "Cuando vi que pasaba el 1.500 en torno a 4:02, que me encontraba bien y con fuerzas para apretar al final y que no se fuera el tiempo del todo, pensé que lo podía conseguir. Y, cuando a falta de 200 metros para terminar, miré el marcador e iba sobre 4:50, ya supe que no se me escaparía", explica el recordman, de 19 años.

Del fútbol sala al atletismo

Además del ajedrez, al pequeño César también le gustaba el fútbol sala, disciplina que practicaba en las categorías inferiores del Sala 10. Pero en verano del 2006 se olvidó del balón e hizo caso a su tía, Carmen Larrosa, que fue velocista en el Scorpio y se apuntó a la Escuela de niños. Allí se puso a las órdenes de Alfredo García, Fredi en la familia del club del escorpión, que ha ido moldeando a un chico "metódico, disciplinado, con una zancada fácil para las pruebas de medio fondo". "Su trayectoria ha ido un poco marcada por sus cambios físicos; crecía muy rápido y paraba. Empezó a despuntar hace dos años, como juvenil: fue cuarto de España en los 800 metros. Entonces intentamos la mínima para el Europeo, pero volvió a pegar otro estirón", detalla el entrenador.


La espigada figura de César Larrosa se deja ver en las pistas en 2015, colgándose la plata en el Nacional júnior al aire libre de Valladolid en 800 metros. "Se confirmó física y tácticamente. Los frutos tenían que aparecer", reconoce Fredi García. Este año, en marzo, el mediofondista subió al segundo cajón del podio en Sabadell con unos grandes 1:51.73, nuevo récord de Aragón en pista cubierta que arrebató a Javier Ferrando. Y en el Mitin Iberoamericano de Huelva del 3 de junio paró el crono en 1:49.66, firmando su mejor marca personal y quedándose a 16 centésimas del billete para el Mundial júnior. "Fue un sofocón no poder ir. Había entrenado bastante bien. Me quedo con el recuerdo de haber corrido con los mejores de la distancia", resalta Larrosa, estudiante de segundo curso de Biotecnología en la Facultad de Ciencias.


El plusmarquista se pudo resarcir el pasado julio, los días 23 y 24, en el Campeonato de España absoluto de Gijón. En la primera jornada, en las semifinales, llenó las imágenes de la televisión al entrar con los brazos en alto. El júnior se colaba en la final del domingo. "Fue una de mis mejores carreras, acabé quinto y me supo a gloria, viendo el nivel de los finalistas", añade Larrosa, que ya se ha marcado los objetivos de la campaña: "Ahora que parece que ya he dejado de crecer –dice entre risas–, quiero trabajar bien el tren inferior, ganar fuerza, y cuidar el entrenamiento invisible: el descanso, la alimentación, cosas que pueden marcar diferencias en el alto nivel". Su preparador fija los retos deportivos: "Salta a promesa y buscará la mínima para el Europeo sub 23 y atar la beca. Tiene que correr en 1:48.05. Y queremos atacar el récord absoluto de Aragón ‘indoor’ de 800 de Jerónimo Cuervo (1:50.37)".

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