Un aragonés en las filas rivales

La decimosexta jornada de campeonato en Segunda División no será un partido más para Jorge Miramón. El Real Zaragoza recibe este próximo sábado al Reus (20.00). Un conjunto recién ascendido a la categoría de plata, en el que milita uno de esos prometedores talentos aragoneses que tuvo que emigrar de su ciudad para poder triunfar en este deporte. A sus 27 años disfruta del fútbol en el cuadro catalán y afronta el choque del sábado con sentimientos enfrentados.

"El Real Zaragoza es el club de mi ciudad, estuve bastante tiempo allí, y por supuesto no es un encuentro más. Para mí es un partido especial, pero voy con todas las ganas de conseguir los tres puntos", avisa Miramón, quien confía en que "sea un partido bonito para mí, que pueda jugar, y sobre todo que podamos ganar".

Criado en las categorías inferiores del Stadium Casablanca, el zaragozano recaló en la Ciudad Deportiva en el tramo final de su etapa formativa, concretamente en edad juvenil. Allí se curtió junto a otras jóvenes promesas, compartiendo vestuario con el actual jugador del Manchester, Ander Herrera. Formó parte del equipo filial en dos temporadas, sin embargo, como tantos otros se quedó a las puertas de cumplir su sueño: jugar con la primera plantilla del Real Zaragoza.

Un deseo que durante varios minutos fue una realidad, aunque no fuera en partido oficial. A las órdenes de Marcelino García Toral, Jorge Miramón se enfundó la elástica del león un 4 de septiembre de 2009. Aquel día, el cuadro aragonés disputó el Trofeo Carlos Lapetra contra la Lazio. A pesar del resultado (0-2), esa fue la fecha que más cerca estuvo el centrocampista zaragozano de alcanzar la élite. Saltó al campo en el minuto 83 de partido, sustituyendo a Javier Arizmendi, para poder disfrutar de unos pocos minutos al lado de jugadores de la talla de Ayala, Ponzio, Gabi oJórge López.

"Todos los compañeros y cuerpo técnico me trataron muy bien; la verdad es que fue una etapa muy bonita de mi vida, de la que guardo muy buenos recuerdos", rememora.Emigra fuera de Zaragoza

En 2010, tras dos años peregrinando por la Tercera División aragonesa, Miramón decidió hacer las maletas y probar suerte lejos de Zaragoza. Sin embargo, el destino le hizo recalar en otro equipo filial, esta vez el del Atlético de Madrid.

Después de una temporada a orillas del Manzanares, regresó a Aragón para competir en Segunda División B en las filas del Andorra. Allí fue uno de los jugadores más destacados del equipo entrenado por Pascual Sanz primero y Gori Silva después, disputando un total de 35 encuentros. Sin embargo, el conjunto turolense no pudo evitar el descenso de categoría. Tres temporadas en el Lleida y el curso pasado en el Leganés completan su currículum futbolístico. El 6 de febrero, con el conjunto madrileño, regresó por primera vez a La Romareda vistiendo una camiseta que no lucía un león en su pecho.

Más maduro que cuando se fue, Miramón regresará a Zaragoza con un mensaje claro para los actuales canteranos. "Que aprendan y escuchen a la gente que les asesora. Es una etapa muy bonita de aprendizaje, que nada tiene que ver con el fútbol profesional. El Real Zaragoza es un gran club y deberían valorarlo como tal", recomienda el zaragozano, que este sábado volverá a pisar el césped con el que tantas veces soñó. Aunque fuera con otra camiseta.