Abderrahman Ait: "Mereció la pena arriesgar la vida cuatro veces en una patera"

Cuando cruzó la meta en el maratón de los Juegos pidió disculpas por no haber conseguido el oro. Un gesto que no se suele ver en el deporte de élite y menos después de colgarse una plata.

Había entrenado muy bien y tendría que haber ganado el oro, y pedí disculpas por toda la gente que me había echado una mano. Pero es verdad que no ha sido nada fácil llegar a ganar esa plata porque en 2015 fui campeón del mundo con récord del mundo de maratón pero luego tuve una lesión en la rodilla, me operé y solo tuve seis meses para preparar los Juegos. En Río sufrí pero luché mucho mentalmente.

Tras ese éxito deportivo amenazó con dejarlo por falta de apoyos. ¿Sigue pensando igual?

El atletismo es un deporte muy duro y más siendo maratoniano. Se necesitan muchas cosas como material deportivo, concentraciones, vitaminas... Yo leí una entrevista cuando Chema Martínez corría maratones y decía que desgastaba tres o cuatro pares de zapatillas al mes, y yo con eso entreno todo el año. Al final te quemas y sientes que no te valoran. En ese momento se te cruzan los cables, pero luego lo piensas bien y te das cuenta del error. Ahora estoy más tranquilo y optimista.

Le persigue la maldición de la plata en los Juegos de Pekín, Londres y Río. Pero bendita maldición.

Es verdad que una medalla de plata no la tiene cualquiera, pero en los tres debería haber ganado el oro. Aun así no voy a tirar la toalla y espero que a la cuarta sea la vencida en Tokio y logre esa medalla que siempre he soñado.

¿Siempre quiso ser atleta?

No, yo era futbolista, y de hecho aún juego de vez en cuando. Pero el destino se cruzó en mi camino en una carrera organizada por unos turistas que gané descalzo. Y allí vi que podía tener futuro.

Ha roto muchas barreras y no solo por su discapacidad. En 2008 se convirtió en el primer paralímpico nacionalizado español.

Estoy muy agradecido porque me dieron una oportunidad y aunque no fue por mi cara bonita sino por mi talento y porque sabían que podía llegar a hacer algo grande, agradezco todo lo que me han dado y me siento totalmente español. Y voy a seguir trabajando para dar más alegrías.

¿Qué le impulsa a un chaval de solo 15 años a intentar cruzar el Estrecho hasta cuatro veces en patera para llegar a España?

Mi vida no era fácil siendo una persona con discapacidad en un país del Tercer Mundo y con una familia pobre. En aquella época todo el mundo emigraba y pensé que la única solución era salir fuera y buscar una oportunidad.

Entenderá pues a esa marea de inmigrantes que siguen jugándose la vida cada día el Mediterráneo en busca de su sueño.

Los entiendo perfectamente y es una desgracia que en el siglo XXI sigan ocurriendo estas cosas.

Hace un mes la portera de la selección de Gambia murió en el mar intentando llegar a Europa.

Es una lástima y lo siento mucho por ella. Es algo muy peligroso.

En su caso, ¿mereció la pena?

Sí. Llegar hasta aquí no ha sido fácil y estoy muy contento. Y voy a seguir adelante porque el sueño todavía no está completo.

¿Qué le queda por conseguir?

Ahora mismo entreno a otra gente y también doy charlas a jóvenes y gente mayor contándoles mi historia. Pero mi principal objetivo es ese oro en Tokio.

¿Y qué mensaje les da a esos jóvenes en sus conferencias?

No solo les hablo de deporte, sino sobre todo mi historia vital. Mi objetivo es que den importancia a lo que tienen. Porque el ser humano siempre suele ver el vaso medio vacío y no medio lleno.

Su frase favorita es "si quieres la miel, tienes que aguantar las picaduras de las abejas".

Es España se dice que quien quiere algo, algo le cuesta. Con sacrificio, trabajo, humildad y voluntad para superar obstáculos se pueden conseguir muchas cosas. Yo soy discapacitado, pero estoy capacitado para hacer muchas cosas. Puedo abrocharme las zapatillas, trabajar, estos días he estado pintando mi casa sin ayuda...