Una vida ligada al deporte

La familia Sánchez Alayeto ofrece un apoyo incondicional a las dos gemelas que hoy disputan las semifinales del World Pádel Tour en Zaragoza.

Varios miembros de la familia Sánchez Alayeto posan ayer en uno de los accesos al pabellón.
Una vida ligada al deporte
Raquel Labodía

"Todo esfuerzo tiene su recompensa". Ese es uno de los lemas que ha acompañado durante toda su vida a las gemelas Sánchez Alayeto. Ayer, tras doblegar a María del Carmen Villalba y Alba Galán (6-0 y 6-3) en los cuartos de final, las aragonesas consiguieron el billete para las semifinales de hoy (12.00), que les coloca a las puertas de la gran final de mañana en el Estrella Damm Zaragoza Open 2016. Un torneo que afrontan como anfitrionas, en la ciudad que las vio nacer, y arropadas por una gran cantidad de familiares y amigos.


Majo y Mapi son las menores de un total de siete hermanos. A pesar de vivir actualmente uno de sus momentos más dulces en el mundo del pádel, ambas iniciaron su andadura en el zaragozano Tiro de Pichón con una raqueta de tenis en la mano. "Empezaron por casualidad cuando tenían siete años. Manolo Gispert fue quien las sacó adelante. Cuando las vio, él puso los cimientos siendo su primer entrenador. Jugaban junto a otros chicos de su edad, hasta que con nueve años disputaron su primer torneo fuera de Zaragoza, en Valls (Tarragona)", recuerda con nostalgia su padre. Todo parecía encaminado al éxito, pero con 18 años decidieron dar un paso a un lado. "A los 18 dejaron el tenis y no volvieron a tocar una raqueta en seis o siete años. Estudiaron Trabajo Social y se pusieron a trabajar", señala Jesús.


Zaragoza, Madrid, Alicante, incluso Holanda, son los cuatro nexos de unión entre los hermanos. "Todo en nuestra familia ha girado siempre alrededor del deporte. Esta es una ciudad en la que hay una gran afición por el pádel y todo el mundo las conoce", relata Patricia, la mayor de las cinco chicas. "Nosotros, al estar siempre en distintos lugares, seguimos todos sus partidos a través del teléfono móvil", explica.


A pesar de residir en Madrid, las dos deportistas aprovechan siempre que pueden para visitar la capital aragonesa. Un hecho que no les permite esquivar su estricta dieta de alimentación. "Siempre que vienen tengo que prepararles una comida especial, hago lo que me manda el nutricionista", afirma su madre. Pastas y arroces integrales, espinacas, atún o pescado blanco son algunos de los alimentos que han llevado a las ‘gemelas atómicas’ a convertirse en una de las parejas más temidas del circuito. "Lo hago con gusto porque, aunque me gustaría poder darles un buen trozo de carne, sé que es beneficioso para su rendimiento", expresa María José con una sonrisa, quien tiene claro que, aunque físicamente las dos jugadoras presentan un aspecto similar, "Majo tiene un carácter más fuerte que Mapi, aunque le dura muy poco", bromea.


A más de 1.500 kilómetros de distancia, concretamente desde Utrecht, su hermano Nacho sigue con especial atención la evolución de sus hermanas. "Siempre que puedo veo sus partidos por ‘streaming’, aunque me pongo muy nervioso. A pesar de estar a mucha distancia, siento un orgullo tremendo viéndolas disfrutar después de tantos años de duro trabajo", explica.


El otro varón, Antonio, recuerda al igual que su hermano con "especial cariño" la primera conquista de sus hermanas. "Fue en un campeonato en Barcelona y, al ser su primera gran final, recuerdo vivirla con gran emoción y lágrimas en los ojos", relata. "Es un orgullo ver cómo están dando sentido a todo el esfuerzo que han puesto desde que comenzaron a jugar a tenis", añade.

Con paso firme hacia la final

Majo y Mapi Sánchez Alayeto disputan hoy en el pabellón Príncipe Felipe (12.00) una de las dos semifinales del cuadro femenino. Las zaragozanas se deshicieron ayer sin demasiados problemas de su rival, y ya están entre los cuatro mejores dúos del torneo. Lucía Sainz y Gemma Triay son el último escollo en el camino de las aragonesas (12.00), antes de la gran final de mañana.


Desde el pasado jueves, día en el que debutaron en la competición, Zaragoza se ha volcado con las dos hermanas. "Ellas quieren hacerlo bien, pero no creo que jugar en casa les pueda repercurtir negativamente. Son grandes profesionales y saben lidiar con el hecho de estar ante su público", confiesa su padre.


Actuales número dos del ranquin WPT, las gemelas miran al futuro con optimismo y con un objetivo claro: recuperar el primer puesto del circuito. Una empresa difícil, pero que no influye a la hora de recibir el cariño y el apoyo de sus allegados, quienes coinciden a la hora de constituir su particular clasificación. "Para nosotros siguen siendo las número uno del Mundo. El hecho de ser las segundas en el ranquin hace que tengan una gran ambición por recuperar el primer puesto", concluyen.

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