¿Por qué ha triunfado el pádel en Aragón?

El pádel ha pasado de ser un desconocido a convertirse en uno de los deportes más practicados en Aragón. En apenas unos años ha convencido a miles de personas, ha transformado las instalaciones deportivas públicas, en las que se han construido decenas de pistas, y ha generado una eclosión de clubes y torneos. Tanto ha sido así que a nivel amateur ha dejado al tenis en un segundo plano y en Aragón incluso ha superado a este deporte en número de jugadores federados.

La Federación Aragonesa de Pádel acaba de superar las 2.500 licencias, una cifra que ya evidencia la importancia de este deporte en la Comunidad. Sin embargo, son muchos más los que lo practican. “Solo en Zaragoza hay más de 14.000 personas que juegan a pádel de forma regular”, asegura Javier Allué, responsable de comunicación de esta entidad: “Es un deporte muy joven, y la Federación Aragonesa apenas tiene un lustro de vida. Se crea a finales de 2011 con apenas 600 licencias y una decena de clubes federados, cuando en la actualidad ya hemos superado las 2.500 licencias y el medio centenar de clubes”.

En 2013, la creación de la Liga de Aragón supuso un nuevo impulso en el número de federados, y desde entonces no solo ha crecido esta competición, en la que ya hay casi un centenar de equipos y más de 1.700 jugadores, sino aquello que está asociado al pádel: clubes, pistas, competiciones, tiendas... Pero, ¿cuál es el secreto de este deporte?

“Ha triunfado tanto porque es sencillo, muy divertido y social. Es fácil de practicar a nivel amateur. Llegar a un nivel profesional, como ocurre en cualquier otro deporte, es muy complicado, pero alcanzar el nivel suficiente como para empezar a disfrutar del pádel se logra muy rápido. Tampoco exige una condición física excepcional y es una actividad social y muy entretenida. De hecho, está captando a mucha gente que hasta ahora practicaba otros deportes”, explica Allué.

Las gemelas Sánchez Alayeto, durante un partido.

Pese a su popularidad, o precisamente debido a eso, todavía no ha pasado de ser un deporte eminentemente amateur. “Que vivan del pádel a nivel profesional en Aragón solo hay dos personas, las gemelas Mapi y Majo Sánchez Alayeto, que ahora mismo son la número 3 y 4 del mundo. También está Ángela Caro, pero que lo tiene que completar siendo monitora de pádel”, indica el responsable de comunicación de la Federación Aragonesa, cuyo objetivo es que las miles de personas que juegan a pádel y no están federadas “dejen de ver esta institución como algo muy serio” o al alcance de los mejores: “La práctica totalidad de los federados son gente que simplemente juega por diversión, pero de esta forma tiene acceso a determinados torneos o competiciones amateur”.

Un deporte joven para gente veterana

Una de las paradojas del pádel es que, pese a su juventud, tiene su base de jugadores en los deportistas veteranos. “El 65 o 70% de las licencias son de jugadores de más de 40 años, mientras que los menores de 18 representan menos del 10%. Uno de los retos es aumentar la cantera, entrar en los colegios y poder hacer más torneos para menores”, reconoce Allué.

Tanto la Federación como los clubes ya están trabajando en ello, y cada vez son más las escuelas y los torneos dirigidos a los más pequeños. También influyen en la difusión del pádel eventos de gran calado como el que llega este fin de semana a Zaragoza: el World Padel Tour, la mayor competición a nivel internacional, que se celebrará del 23 al 30 de octubre en las instalaciones de Pádel Zaragoza y el Príncipe Felipe, donde se instalará la pista central. La principal atracción, por supuesto, serán dos de las mejores jugadoras del mundo, que buscarán la victoria en el cuadro femenino en su propia ciudad: Mapi y Majo Sánchez Alayeto.