Milla prepara un golpe de timón

El técnico confía la solución de los problemas del equipo a un cambio de sistema y nombres. Ayer, ensayó un 4-4-2.

Milla, en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva.
Milla, en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva.
Guillermo Mestre

Las crisis siempre son una antesala para las revoluciones, pero, sobre todo, suponen una oportunidad. Luis Milla, envuelto por la convulsión de un puesto amenazado en caso de derrota contra el Valladolid, ha visto la suya: un momento –el último, el único– para la reacción al que se enfrentará con cambios profundos. Quizá no sea una desesperada revolución lo que planea, pero sí una reforma integral. Ayer, el técnico, aprovechando los breves minutos de puertas abiertas del entrenamiento, lanzó un mensaje: prepara un nuevo Real Zaragoza para Valladolid. Milla ensayó una variación de sistema táctico que anuncia el destierro del 1-4-1-4-1 y la implantación del 1-4-4-2.


Parece una declaración de intenciones en medio de la semana, pero es algo más. De nada le serviría a Milla, en su estado de riesgo de despido, exhibir nuevas soluciones que luego no instaurará en el partido. Si Milla enseñó ayer las cartas es por algo. Así que asoma, para Valladolid, un Zaragoza diferente. Lo más llamativo, según el ensayo de ayer, es el rediseño táctico. Una pizarra que no es nueva, pues el

4-4-2 ha tenido presencia eventual ya con Milla –con buenas sensaciones– en ciertos momentos de partido, pero que sí conlleva una notable transformación de lo que, hasta ahora, venía siendo el plan principal del entrenador.


Las novedades más destacadas del ensayo de Milla fueron la implantación de un doble pivote con Zapater y Javi Ros, la asociación de Ángel y Juan Muñoz en la delantera, una pareja simbiótica como se ha comprobado en citas recientes, y la renovación de los extremos. Milla probó con Jorge Casado en el izquierdo y a Xumetra, en el derecho. La defensa la compusieron Fran, Marcelo Silva, Cabrera y José Enrique, con Irureta, de momento, en la portería. Posiblemente, la formación de Valladolid no sea del todo esta –Lanzarote y Cani se alinearon ayer con los supuestos suplentes y Ratón es serio candidato al once– y en las intenciones de Milla, conforme avance la semana, surgirán nuevos matices.

En todo caso, habrá damnificados. Erik Morán apunta a ser uno de ellos (ya la semana pasada se contempló su suplencia). Lanzarote o Xumetra podrían ser otros si Cani se recupera o Milla mete y adelanta a Casado en la izquierda, en un intento por equilibrar defensivamente el equipo en la bandas.

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