¿Le cuesta asimilar que su equipo saltará a la cancha el 15 de octubre para iniciar la temporada sin las palabras "CAI Teruel" a la espalda –el equipo pasa a llamarse CV Teruel tras la retirada de la CAI como patrocinador–?

No, no deja de ser una cuestión secundaria. Es una pena haber perdido el esponsor principal de muchos años pero es una circunstancia propia del deporte profesional a la que hay que acostumbrarse. No tiene más trascendencia.

Pero supone el fin de una marca de prestigio en el voleibol nacional.

La grandeza de un club va más allá de quien es su patrocinador principal. Cualquiera que represente al CV Teruel está orgulloso de hacerlo, se llame como se llame el equipo. Entrenadores, jugadores, directivos y afición tendremos que acostumbrarnos a que no somos el CAI Teruel. Pero es un aspecto secundario.

¿Con qué equipo se va a encontrar la afición en su partido de presentación del próximo sábado frente al FC Barcelona?

Es pronto para decir qué tipo de equipo es el nuevo CV Teruel, pero queremos que sea un conjunto peleón, combativo, que dé alegrías y contagie a la grada, porque la comunión entre el plantel y la afición es una seña de identidad del CV Teruel. Eso se logra con entrega y pelea. Serán nuestras señas de identidad.

¿Quizá esté planificado más como grupo que como suma de individualidades?

Estoy convencido de que el voleibol es un deporte absolutamente de equipo. Aquí no existe, como en fútbol, un jugador que puede coger la pelota regatear a siete y marcar. En el voley, siempre necesitas de tus compañeros. Sin una buena defensa es imposible un buen ataque. Todos se necesitan a todos. Es el deporte de equipo por antonomasia.

¿Cómo valora el rendimiento del equipo teniendo en cuenta su profunda renovación?

Es pronto para valorar el nivel del equipo, pero los indicios son positivos. Desde los primeros partidos amistosos se ven cosas positivas y el equipo trabaja bien. Las sensaciones son buenas y veremos si somos capaces de conseguir nuestro objetivo: pelear por los títulos.

¿Cómo ha respondido el equipo ante sus rivales de pretemporada?

Frente a los equipos franceses –el Toulouse y Narbonne– se notó un salto de calidad por la mayor exigencia de la liga francesa. Entre los españoles, solo hemos competido con el Mediterráneo y el FC Barcelona, y dos conjuntos no nos sirven para valorar el nivel con el que nos vamos a encontrar en la Superliga.

Varios equipos se han reforzado notablemente y el Ca’n Ventura Palma, de Mallorca, ha confeccionado un plantel de lujo. ¿Arranca la Superliga más abierta de las últimos años?

Es pronto para valorar el nivel de los equipos y para saber a qué aspiran. A priori, por los nombres de las plantillas, parece que la mayoría de los equipos tienen banquillos más competitivos que el año pasado. Se dice que la Superliga dejará de ser una competición de dos –CV Teruel y Unicaja Almería– por la llegada del Palma, pero eso es menospreciar a otros equipos como Ibiza, Soria, Vecindario o Cajasol, que son siempre difíciles. Todos tienen mejores plantillas que en la pasada temporada pero partimos de la línea de salida en las mismas condiciones. La competición nos pondrá en el lugar que nos corresponde.

¿Qué equipos van a dar la batalla por el título?

Una plantilla de grandes nombres no tiene por qué funcionar y una plantilla sin grandes individualidades puede pelear por todo. Es pronto para saber las aspiraciones de cada cual. Los nombres no ganan los partidos pero es cierto que Palma es un proyecto ambicioso y Almería siempre estará ahí, además de ser el vigente campeón. Es pronto para saber quien peleará por los puestos de arriba. Nuestro objetivo es pelear por los títulos.

¿Los fichajes se han acoplado bien al equipo –solo repiten cinco jugadores del año pasado-?

Las sensaciones son positivas. Nos falta un jugador, Sergi Reñé, que está con la selección nacional. Los fichajes se han integrado bien en el grupo y en el juego.

¿Vuelve a aspirar el CV Teruel al triplete?

Salimos a ganar todos los partidos. No podemos renunciar de entrada al triplete. Las competiciones están suficientemente espaciadas en el tiempo para que podamos centrarnos en las tres –Superliga, Copa y Supercopa–. No ocurriría los mismo si estuviésemos en competición europea, que es simultánea de la Superliga pero que este año no tendremos la suerte de disputar.

¿Le duele renunciar a la competición europea por motivos presupuestarios?

Sí, claro. Jugar en Europa siempre es positivo, pasear el nombre de Teruel por el continente es muy bonito a nivel deportivo y representativo. Competir con equipos de ligas más competitivas es un estímulo para jugadores, entrenadores, directivos y afición. Ojalá sea el último año que tengamos que renunciar, porque jugar en Europa aporta un plus de competitividad. Se habla del cansancio derivado de los viajes y de jugar entre semana, pero lo compensa la mayor motivación.

¿Le preocupa alguna faceta del juego que haya que mejorar?

El equipo no puede rendir todavía al máximo. Tenemos margen para mejorar. En el partido del día 15 que inicia la liga –frente al Mediterráneo–, no estaremos al 100% porque todos los equipos crecen con la temporada. No podemos estar a pleno rendimiento ahora, estamos en proceso de crecimiento y todas las facetas del juego tienen que mejorar; en eso trabajamos día tras día. Tenemos que ir en progresión.