Alcañiz seduce a los moteros por el estómago

Más de 2.400 platos con los mejores productos turolenses se repartieron ayer por la tarde por una buena causa entre los asistentes al evento ‘Degusta Teruel’. Alcañiz logró conquistar a los moteros por el estómago. Al precio de cinco euros los centenares de asistentes pudieron probar los manjares más selectos de esta provincia. Al tradicional Jamón de Teruel, que se reparte cada año, se ha unido en esta edición el pan tradicional con aceite del Bajo Aragón, el Ternasco de Aragón, el Melocotón de Calanda y unas tostadas con aceite de trufa TuberMelanosporum. Toda una serie de alimentos que consiguieron derretir los paladares de los comensales más exigentes. A través de la comida, los visitantes pudieron viajar por toda la provincia de Teruel conociendo, en profundidad, sus sabores más particulares.

De cuatro a nueve de la noche, medio centenar de voluntarios, que acudieron a la llamada de los organizadores, repartieron estas exquisiteces. Mientras unos se afanaban en cortar el jamón, otros colocaban con mimo los productos en los platos para poder repartir con la mayor celeridad posible a los centenares de personas que se aglutinaron en la plaza. Horas de trabajado desinteresado por una buena causa, ya que todos los beneficios se destinarán a la Asociación Española contra el Cáncer.

El acto estuvo organizado por la Asociación Provincial de Empresarios Turísticos de Teruel y los Consejos Reguladores de la Denominación de Origen en colaboración con el Ayuntamiento de Alcañiz. "El sector turístico y el agroalimentario tiene que ir de la mano y tenemos que empezar a vender nuestros productos dentro de la provincia y no dejar de aprovechar, para su venta también, a nivel nacional e internacional", afirmó Juan Ciércoles, presidente de la asociación.

Este no fue el único atractivo de la tarde-noche. Desde primera hora, seis zonas de música, merchandising y barras se distribuyeron por las principales calles de la ciudad. Miles de aficionados inundaron el asfalto y también los establecimientos hosteleros. La fiesta, al igual que el viernes, se prolongó hasta altas horas de la madrugada, especialmente en la plaza de España. La música y los focos de los djs se mezclaron con el sonido de algunos moteros quemando rueda, un auténtico espectáculo para los amantes del motor.