De Madrid a Lisboa en BTT con una minusvalía del 34%

El oscense José Manuel Plana, atropellado hace 14 años cuando iba en bici, se enfrenta al reto de cubrir los 770 km de la prueba en 55 horas.

En el centro José Manuel Plana sostiene el maillot que llevará en la Madrid-Lisboa de BTT junto a sus patrocinadores Miguel Cored (Ciclos Cored), Miguel Ángel Fustero (Alosa), Vicente Plana (Fotografía Vicente Plana) y David Justes (Unitic Informática).
De Madrid a Lisboa en BTT con una minusvalía del 34%
Rubén Darío Núñez

Hace 14 años, José Manuel Plana preparaba su octava Quebrantahuesos cuando sufrió un grave accidente de bicicleta que a punto estuvo de dejarle postrado en una silla de ruedas. “Tuve la mala suerte de que un coche me golpeó con el espejo retrovisor tirándome a la carretera y un segundo coche que venía detrás me atropelló”, recuerda. Como consecuencia, sufrió una fractura de aplastamiento de la vértebra lumbar L2 y la inmovilización de otras cinco vértebras.


Cuando se recuperó, volvió a salir en bici de nuevo solo por estar en forma y no coger peso, pero poco a poco ha ido creciendo su afición y el próximo fin de semana se enfrentará a un reto al alcance de muy pocos bikers, y menos con una minusvalía del 34% como él: la Powerade Non Stop Madrid-Lisboa, una cicloturista de 770 kilómetros que se tienen que completar en un máximo de 55 horas. Está considerada como una de las pruebas más duras de resistencia en bicicleta de montaña y de los 800 inscritos, solo habrá 64 que la intentarán hacer en solitario como él.


Este oscense de 49 años es conductor de autobús de la empresa Alosa de Huesca, que ha querido colaborar en esta aventura junto a otras tres firmas de Huesca: Unitic Informárica, Ciclos Cored y Fotografía Vicente Plana. “Sin su ayuda no podría hacer esta prueba”, asegura. Y es que el coste de inscripción, equipamiento, materiales, logística, entrenamiento... supera los 8.000 euros.


José Manuel Plana reconoce que siente “una gran responsabilidad de intentar llegar a Lisboa”. No obstante, confía en sus posibilidades “porque he hecho todo lo posible por tener constancia todo el año en los entrenamientos”. Ha ejercitado el fondo, resistencia, fuerza explosiva... “y en todo tipo de terrenos, sobre todo con mucha subida”. En el currículum de este año están la Maratón de los Monegros, una cicloturista de Vitoria con 175 kilómetros y cinco puertos o la Calcenada del Moncayo. Aun así, le preocupan los tiempos de paso de los 10 puntos de avituallamiento “porque son muy ajustados y si no cumples alguno, te quedas fuera”.


Aparte del aspecto meramente deportivo, su otro objetivo es demostrar que “la discapacidad no es un obstáculo” para lograr este reto. Pese a su severa lesión de espalda, asegura que de momento no le ha molestado para continuar yendo en bicicleta. “Tengo más molestias estando de pie dos horas que en una etapa de seis o siete horas de ciclismo”. Además, para esta ocasión ha elegido una bici de doble suspensión, que aunque tiene el hándicap de ser más pesada “he buscado sobre todo que sea cómoda a la hora de pedalear porque con esa suspensión la espalda sufre menos impactos”.


La prueba saldrá el próximo día 30 de Madrid y Alosa desplazará a la zona de salida un autobús rotulado especialmente para la ocasión. Miguel Ángel Fustero, responsable de comunicación, ha resaltado que cuando José Manuel les pidió su colaboración para esta aventura “nos pusimos a su disposición porque creemos que las empresas también tienen que colaborar con las personas para las que trabajan”.


Por su parte, Miguel Cored, de Ciclos Cored, alabó el esfuerzo de José Manuel Plana por afrontar una prueba de esta dificultad, “que es como hacer cima en el Everest”. Y como experto en pruebas de ciclismo de larga distancia, aprovechó para darle un consejo como experto en pruebas de ciclismo de larga distancia. “Hay que pedalear muchas horas incluso sin dormir por la noche y eso agota aunque no vayas muy intenso. Por eso, mi recomendación es que sea prudente en los esfuerzos, que dosifique bien y que descanse en los avituallamientos”. Y recordó que él hizo el año pasado el primero tramo de 630 kilómetros de la París-Brest-París de ciclismo de carretera en 30 horas “y me caía de cansancio en la meta”.

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