Teresa Perales: “Si el cuerpo me respeta y la cabeza me pide más, iremos a Tokio”

Teresa Perales ha cerrado ya el ciclo olímpico, que coronó en los Juegos de Río con cuatro medallas y un global en su impresionante palmarés de 26. En casa, rodeada de su familia, abrazada a Nano, el motor que le impulsa a seguir dando brazadas hacia las medallas, la laureada nadadora paralímpica ya descansa tras cuatro años “muy intensos”. “El único agua que voy a ver es la de la ducha”, ha comentado este miércoles, entre risas. En El Olivar, su hogar deportivo desde el 2000, año en el que se quedó sin piscina para entrenar, la socia de honor del club ha repasado su participación en la cita brasileña. En la entidad zaragozana ha recibido un ramo de flores de manos del presidente de su, José Luis Josa, homenaje a todo su esfuerzo.

Ha sido un largo monólogo en el que ha querido “agradecer a todas las personas que me han apoyado para conseguir mis objetivos: a mi entrenador, Ángel Santamaría; a mi mánager, Javier Gómez; a mi familia, por soportarme en el día a día; a mi fisioterapeuta, Guillermo Aladrén; a El Olivar, que me ha permitido seguir al máximo; a los medios de comunicación, por trasladar los éxitos de los paralímpicos…”. Y ha destacado, en especial a su patrocinador, la Fundación Telefónica, que “ha me ha dado todos los medios para haber llegado a Río en las mejores condiciones; he tenido una dedicación exclusiva y esto no hubiera sido posible sin ellos”, ha comentado Perales, que ha estado acompañada por la responsable de Relaciones Institucionales del organismo, Teresa Blasco, y de su representante, Javier Gómez.

La internacional zaragozana, de 40 años, ha reconocido que en Río tenía “mucha responsabilidad”. “Iba con expectativas, iba a por las seis medallas, tenía presión porque quería rendir al máximo y quería compartir los éxitos con mi hijo y con la gente que te quiere y admiras”, ha contado Perales, que agrandó su leyenda con un oro (50 espalda, clase S5) y tres platas (200 estilo libre clase S5, 200 estilos y 100 libre). Y ha relatado cómo se sintió cuando no pudo redondear su reto al quedarse sin premio en los 50 mariposa y en la carrera de 50 libre. “Fue como un shock. Pero como soy muy positiva me dije: ‘No pasa nada. No igualo a Phelps y así tengo la excusa de seguir a Tokio. No me avergüenzo de no ganar”, ha afirmado Perales.

Su ambición no tiene límites, y ya mira al futuro: “Si el cuerpo me respeta y la cabeza me pide más, iremos a Tokio, ha asegurado la nadadora, que ha aplaudido el “histórico” balance aragonés en los Juegos de Río: “Por primera vez venimos todos con medallas. Ha sido muy bonito compartir Jorge Cardona, María Delgado y Eduardo Santas los éxitos”.