Desde aquel lejano 6 de abril de 1896 en Atenas, en el que se vio materializado el sueño del visionario barón de Coubertin con la inauguración de la primera edición de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, hasta la ciudad brasileña de Río, a casi 10.000 kilómetros de distancia, han pasado 120 años. En ellos, esta competición se ha convertido en el mayor acontecimiento mundial, y un reflejo de que el lema que inspiró la primera cita en Grecia, “Citius, Altius, Fortius” (Más rápido, más alto, más fuerte”), ha seguido vigente en Río de Janeiro. Un espíritu de esfuerzo que ha quedado recogido en una exposición promovida por la Agencia Efe, que exhibe los momentos clave de las celebraciones olímpicas. El Pabellón Puente, el espectacular edificio de diseño flotante de la iraní Zaha Hadid, es el escenario de esta muestra, que los ciudadanos pueden visitar hasta el 6 de noviembre (de lunes a domingo, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00; entrada libre).

“Es un momento para recordar no solo la historia de estos 120 años de Juegos, sino también ver la cantidad de zaragozanos y aragoneses que han sido protagonistas. Es un recorrido nostálgico y que refuerza el orgullo de los deportistas de Aragón que han estado presentes”, ha señalado Juan Carlos Sánchez, jefe de la Obra Social de Ibercaja, patrocinadora de la muestra, junto con la colaboración del Consistorio.

Hitos olímpicos, como las cuatro medallas de oro que ganó el atleta Jesse Owens en Berlín en 1936, o las conseguidas por el nadador Michael Phels están presentes en esta exposición, que también refleja los mejores momentos del deporte español a través de las 38 medallas de oro conseguidas (no están reflejadas las logradas en los últimos Juegos de Río).

Aragón cobra protagonismo a través de sus deportistas. Fotos en blanco y negro como la del saltador de altura Luis Garriga, el primer español en superar la barrera de los dos metros; el velocista montisonente Javier Moracho o el exjugador de baloncesto Fernando Arcega, plata en Los Ángeles 1984. Imágenes en color con los éxitos de la tenista Conchita Martínez, el esfuerzo de los atletas Eliseo Martín, Isabel Macías o María José Poves, el ímpetu de jugador de bádminton Pablo Abián o la sonrisa de la abanderada Teresa Perales, un ejemplo de superación y que aún, a día de hoy, sigue dando alegrías.

“También permite enseñar el trabajo que hacen los profesionales de la fotografía. Gracias a ellos tenemos testimonio de lo ocurrido en la historia de los Juegos”, ha valorado Belén Molleda, delegada de la Agencia Efe en Aragón, quien ha destacado la importancia de la arquitectura olímpica, que queda reflejado en una serie de instantáneas que presentan distintos edificios que, en sí mismos, son una metáfora del olímpismo.

“Además de ser una exposición artística por las fotos y por ser una referencia de 120 años de fotoperiodismo, es una exposición que tiene que ver con los cambios sociológicos habidos y cómo estaba el mundo en el momento en que fueron tomadas las imágenes. Marca el punto de vista de quien mira y quien es mirado. Y todo está recogido en un escenario, el Pabellón Puente, que es magnífico”, ha valorado Fernando Rivarés, consejero del área de Economía, Hacienda y Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza.