La hora de la verdad para el Bada

Aguja e hilo, y en algunos momentos hasta pegamento ha necesitado José Nolasco para conjugar en estas seis semanas de preparación a su renovada plantilla. Dobles sesiones de entrenamiento, partidos amistoso y hasta alguna actividad lejos de la pista y el gimnasio para "hacer piña", han permitido ir ajustando las piezas rojillas. Pero el tiempo de pruebas y ensayos ya se ha terminado, y mañana ante el Cuenca tocará ver el nivel competitivo de todas ellas

Los oscenses viajan hoy hasta la ciudad manchega para dar el pistoletazo de salida a la sexta temporada del club en la máxima categoría del balonmano español. Un comienzo que aparece con muchos interrogantes, pero sin presión. Porque como ya aseguró el máximo responsable del club, Pachi Giné, en la recepción de la nueva plantilla, el pasado 1 de agosto, la única exigencia para este curso que ahora comienza de manera oficial, era "poner ganas". Y así, el propio Nolasco ha insistido este tiempo en que la ilusión y el trabajo son las armas más potentes de su vestuario, que cuenta con nueve caras nuevas, lo que se presenta como un cambio de ciclo, después de que hayan abandonado el club algunos de los pesos pesados de la plantilla en los últimos años.

En la renovada escuadra se alza la juventud con fichajes como Gerard Carmona o Gonzalo Carró, mezclada con varios hombres contrastados como Alberto Val y Henrique Teixeira, en busca del equilibrio. Además de otros jugadores que llegan después de un tiempo de inactividad, pero han sido "rescatados para la causa", como apuntó el entrenador oscense. En esta tesitura, Eloy Félez o el portero Jorge Gómez, que de recuperar sus picos de rendimiento, estarían también llamados a marcar diferencias.

Las incorporaciones se unen a algunos jugadores que continúan y que se presume que ganarán en peso en este nuevo curso, como Dijá, Marcelo –lastrado por las lesiones el pasado año–, Oier García o Mikel Muguerza, además del guardameta Dani Arguillas, que fue una de las sorpresas más positivas de la pasada campaña.

A la hora de fijar objetivos para este año, la cautela reina en el club, ya que quieren que sea la propia competición y el rendimiento de esos jugadores que ahora mismo son incógnitas, lo que ponga los listones. La mala experiencia de la pasada temporada, en la que el objetivo de regresar a Europa pesó demasiado en algunos tramos de la competición, especialmente en el inicio, cuando el complicado calendario mermó considerablemente el casillero oscense en el primer mes de competición.