Un Everest al pie de Canfranc

La localidad organiza cinco carreras con una ultra de 100 km y 8.848 m de desnivel.

Los corredores de la prueba reina de la Canfranc-Canfranc tienen que atravesar siete valles y coronar trece picos.
Los corredores de la prueba reina de la Canfranc-Canfranc tienen que atravesar siete valles y coronar trece picos.
Canfranc-Canfranc

Subir 8.848 metros positivos, la altitud del Everest, a los pies de Canfranc. Este es el reto que propone la prueba reina de la Canfranc-Canfranc, una ultra trail de 100 kilómetros de distancia que recorre siete valles y trece picos diferentes con el Collarada como techo (2.686 metros), que este fin de semana convertirá a esta localidad en la capital de las carreras por montaña.


Para celebrar el décimo aniversario de la maratón original este año se han añadido una carrera de 80 kilómetros y un Kilómetro Vertical de descenso de 966 metros de desnivel negativo, además de la cita habitual de 16 kilómetros. Entre las cinco reunirán a 480 corredores. La fama de este evento ha traspasado fronteras y la mejor prueba es que ha aumentando la participación extranjera. Los que han llegado de más lejos son dos japoneses que correrán la 80K, pero también hay franceses, portugueses, ingleses, escoceses, alemanes, italianos...


La tremenda dureza de la prueba reina ha llevado a la organización a reducir el número máximo de participantes en la ultra, que han tenido que presentar un currículum deportivo de garantías que incluyera una prueba similar a la de Canfranc o dos que la igualen en distancia y en dificultad técnica. Finalmente, solo un centenar de elegidos tomarán la salida a las 5 de la madrugada del sábado con tres claros candidatos al podio: el asturiano Toni Blanco, ganador de la edición de 2015 y de la última Travesera Integral de Picos de Europa, considerada una de las más duras del calendario nacional de carreras por montaña con 74 km y 6.500 metros de desnivel; el catalán Jaume Folguera, 3º el año pasado y 2º en la última Ultra Trail Valls d’Àneu de 92 km y 7.300 metros de desnivel positivo; y el vasco Ion Aspiroz, vencedor de la Ultratrail Emmona 2016 de 130 km y 10.000 m de desnivel.


Después de que la primera edición de la nueva Ultra Trail Canfranc-Canfranc se estrenara el año pasado de forma accidentada con una fuerte tormenta con granizo y rayos que obligó a interrumpir la prueba y a evacuar a 60 de los 116 corredores, la organización ha diseñado este año tres recorridos alternativos "para tener planes preparados por si hay que tomar medidas", asegura Álex Varela, director de la carrera. Sin embargo, por ahora las previsiones meteorológicas son favorables por lo que en principio se mantendrá el recorrido original. El límite máximo de tiempo será de 33 horas.


Varela destaca los tres factores que, a su juicio, hacen especial a esta carrera. "Primero, que sale adelante gracias a los voluntarios del mismo pueblo, y eso es algo que les gusta mucho los corredores. También por la dureza, porque hay mucho desnivel en poca distancia y no solo en la prueba reina. Y por supuesto, por la belleza del recorrido", afirma.

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