La planificación deportiva del Mann Filter para la inminente temporada ha sufrido un golpe demoledor con la confirmación de la baja de la pívot búlgara Jaklin Zlatanova para toda la campaña debido a un embarazo. Se trata de tal vez el mayor referente de la plantilla –fue la jugadora más valorada del pasado ejercicio– y su adiós se produce a ocho días del inicio de la pretemporada.

La noticia, explicada por el representante de la internacional, fue recibida en la entidad con enorme sorpresa a inicios de esta semana, y ayer fue anunciada públicamente mediante un comunicado. "Su agente ha comunicado que la jugadora está embarazada, por lo que el contrato firmado queda sin efecto de común acuerdo entre las partes. Stadium Casablanca felicita a Jaklin por esta buena noticia personal y le ha manifestado que espera volver a contar con ella en el futuro", rezaba el texto.

Unas palabras que entremezclan la alegría por el plano personal de la baloncestista con el contratiempo que supone para un equipo que comenzará a entrenar el próximo viernes 2 de septiembre y que se estrenará en la Liga Femenina el miércoles 28 de septiembre recibiendo al Girona, vigente subcampeón liguero.

Zlatanova era una pieza básica en los esquemas de Víctor Lapeña. Una confianza de la que se hizo merecedora con unos números notables: 12,1 puntos, 8,6 rebotes, 2,4 asistencias, 1 tapón y 17,8 puntos de valoración en 28 encuentros (26 de liga regular y dos de ‘play off’).

Su renovación, revelada el 17 de mayo, supuso una decisión estratégica para un equipo que había perdido a sus máximas anotadoras Paola Ferrari (19,2 puntos por partido) y Gaby Ocete (12 puntos por choque), ambas fichadas por el IDK Gipuzkoa. Prorrogar la vinculación contractual de Zlatanova fue un deseo "prioritario" del técnico aragonés y el Mann Filter efectuó el preceptivo esfuerzo presupuestario para colmar esa petición.

La pívot, de 27 años y 1,96 metros de altura, deja un importante vacío en el plantel y el club está trabajando a contrarreloj para encontrar una sustituta. No se trata de una gestión sencilla ya que ocupa una posición en la que no abundan las jugadoras de calidad y, además, a finales de agosto la mayoría de piezas apetecibles ya están ‘colocadas’.

El juego interior de las zaragozanas reposa ahora en Alisia Jenkins y Luci Pascua. La estadounidense, de 22 años y 1,86 metros, no cuenta con experiencia europea y deberá adaptarse a un nuevo continente y a una nueva competición. La internacional española, de 33 años y flamante medalla de plata en los Juegos de Río, no puede ser expuesta a una sobredosis de minutos sobre la cancha. Por cierto, la sabadellense tiene permiso para incorporarse al trabajo el 5 de septiembre en deferencia a sus obligaciones con la selección. Ante este panorama, la adquisición de una tercera pívot se antoja urgente para los rectores del equipo.

Víctor Lapeña, que estará de vuelta a Zaragoza el próximo 31 de agosto, cuenta en estos momentos con ocho efectivos. Respecto al ejercicio pasado sólo continúan la alero Carolina Esparcia y la mencionada Luci Pascua.

El capítulo de fichajes, abierto por Jenkins, aumentó con la base rusa Ekaterina Fedorenkova, la escolta inglesa Rachael Vanderwal y la alero holandesa Natalie van den Adel.

Además, la escolta Alicia Villegas –que en la 2015-2016 alternó su presencia en el segundo equipo con apariciones puntuales en el primero– e Irene Lahuerta, están llamadas a adquirir un mayor protagonismo.

A la caza de una pívot puede sumarse un segundo fichaje que remataría la composición de la plantilla con la que se abordará esta complicada temporada de un equipo que viene de haber sido semifinalista en la última campaña. Todo un desafío para Lapeña y sus jugadoras.