Oro histórico para Ruth

La cántabra,de 37 años, pudo al fin ver realizado el sueño de su larga carrera deportiva con un salto de 1,97 metros. Sigue la senda del marchador Dani Plaza y del mediofondista Fermín Cacho, que fueron campeones en Barcelona'92.

Ruth Beitia besando su medalla de oro.
Ruth Beitia besando su medalla de oro.
Reuters

La cántabra Ruth Beitia dio este sábado al atletismo español su decimocuarta medalla olímpica gracias a su oro en el salto de altura de los Juegos de Río de Janeiro, convirtiéndose además en la primera atleta nacional campeona olímpica.


Beitia, la mayor de las 17 finalistas con 37 años, pudo al fin ver realizado el sueño de su larga carrera deportiva al proclamarse campeona olímpica de altura con un salto de 1,97 metros.


La búlgara Mirela Demireva y la croata Blanka Vlasic, que saltaron lo mismo que la española, pero con más fallos, la acompañaron en ese orden en el podio. 


No estaba la campeona de Londres 2012, Anna Chicherova, por el veto a Rusia por "dopaje de Estado". 


Cuatro años después de su cuarto puesto en Londres, Beitia, triple campeona de Europa, afrontaba su última competición olímpica "en un estado de forma increíble", disfrutando de "la última oportunidad" de cumplir su sueño del podio olímpico que la convertiría en la medallista de más edad de la historia en esta disciplina.


Con victorias en los mítines de la Diamond League de Oslo, Ezstocolmo y Londres, Beitia competía en una pista rápida, como a ella le gustan, en un ambiente de calor húmedo que le recuerda a su tierra, Santander, y después de haber hecho muy buenos entrenamientos de técnica aquí en Río. 


El viernes se fue a dormir con este tuit: "A veces.. los sueños se hacen realidad... Buenas noches España". 


Era una final de alto nivel medio: 17 atletas -todas en el estrecho margen de siete centímetros en el ránking del año- se habían colado en ella mediante la clasificación automática, saltando la marca de 1,94 exigida. La española, con su ojo de experta, previó que para ganar medalla habría que saltar dos metros, pero fue suficiente con tres centímetros menos. 


La favorita era Chaunte Lowe, líder mundial del año con 2,01, que cuenta con dos sextos en su experiencia olímpica. La norteamericana, mamá por tres veces, quería despedirse con un oro en sus últimos Juegos. Sólo ella y la alemana Marie-Laurence Jungfleisch habían superado los dos metros este año.


De la misma edad que Chaunte, 32, la croata Blanka Vlasic, doble campeona mundial, quería reverdecer laureles después de una temporada casi en blanco, recuperando su tendón de aquiles. Como las otras veteranas, luchaba por su primera medalla olímpica.


Nunca como en Río la final de altura había ofrecido un duelo generacional tan cerrado. Del lado de las jóvenes, la estadounidense Vashti Cunningham, de 18, hija del jugador de grandes ligas Randall Cunningham, había batido en marzo a Ruth Beitia para conquistar el título mundial en pista cubierta. Aquí, sólo pudo ser decimotercera.


La española fue la primera en intervenir. Lo hizo saltando 1,88, como también lo hicieron las otras 16. Después el listón subió a 1,93. Ruth voló sobre la varilla a la primera. Ahí cayeron cinco, y siete más en la siguiente altura (1,97).


Quedaban cuatro para tres medallas y la española, que no había cometido un solo fallo, seguía primera cuando, junto a la búlgara Mirela Demireva, Vlasic y Lowe, atacó la barra en 2,00 metros.


Ninguna de las cuatro pudo con esa altura. El orden provisional se elevó a definitivo y entonces sí, Beitia sonrió para despedirse de los juegos.


"Con 41 años no me veo en los próximos. La vida ha sido muy generosa conmigo, me ha dado una segunda oportunidad, me lo estoy pasando mejor que nunca, pero esto hay que dejarlo cuando estás al cien por cien, en una situación plena·, había declarado a EFE tras ganarse el puesto en la final sin un solo fallo en la ronda de clasificación. Un hito para España


El atletismo español se marcha de la ciudad brasileña de un modo totalmente diferente al de hace cuatro años de Londres cuando no logró ningún metal, encadenando dos Juegos sin hacerlo. En esta ocasión, rompió esa sequía a mediados de esta semana con la plata de Orlando Ortega en los 110 metros vallas y puso el colofón con el oro de Beitia.


La de Santander, de 37 años, se convirtió en la primera campeona olímpica del atletismo en España. Las mujeres sólo habían dado una medalla a España en este deporte en toda la historia de los Juegos, en Sydney 2000, el bronce de María Vasco en los 20 kilómetros marcha.


Ahora, Beitia une su nombre al palmarés de medallistas de oro olímpicos, en el que sólo estaban el marchador Dani Plaza y el mediofondista Fermín Cacho, campeones en los 20 kms marcha y los 1.500 metros en Barcelona'92.


El atletismo dio a España su primera medalla en Moscú'80, gracias a la marcha, la disciplina más prolífica con cuatro metales. Jordi Llopart se colgó la plata en los 50 kms marcha y cuatro años después, en Los Angeles, el mediofondo brilló con el bronce de José Manuel Abascal en el 1.500 metros.


Tras la ausencia de metales en Seúl'88, la cita de casa, en Barcelona, dio cuatro metales, y además de los mencionados oros de Plaza y Cacho, se unieron la plata de Antonio Peñalver en decatlón y el bronce de Javier García Chico en pértiga.


El mediofondista soriano repitió metal en Atlanta'96 en el 1.500 metros, pero lo cambió por una plata, y estuvo acompañado por el bronce de Valentín Massana en los 50 kms marcha. En Sydney 2000 sólo hubo el bronce Vasco y en Atenas 2004 se sumaron la plata de 'Paquillo' Fernández en 20 kms y los bronces de Joan Lino Martínez en longitud y de Manuel Martínez en peso, este último, recibido nueve años más tarde tras el positivo de Yuri Bilonog.

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