Rudisha reedita su oro y el joven Da Silva amarga a Lavillenie

En los 400 metros lisos femeninos, hubo aún más emoción por el duelo que mantuvieron la atleta estadounidense Allyson Felix y la bahameña Shuanae Miller.

El atleta keniata David Rudisha celebra su victoria en los 800 metros.
El atleta keniata David Rudisha celebra su victoria en los 800 metros.
AFP

El atleta keniata David Rudisha fue uno de los protagonistas de la jornada nocturna de este lunes del atletismo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro al reeditar con mucha autoridad su oro olímpico en los 800 metros, objetivo que no logró el francés Rene Lavillenie en la pértiga, sorprendido por el joven brasileño Thiago da Silva, mientras que en los 400 metros la bahameña Shuanae Miller pudo con la estadounidense Allyson Felix.


La final de los 800 metros era uno de los puntos de atención del cuarto día de acción en el Estadio Olímpico, azotado por una intensa lluvia que incluso detuvo por momentos la competición. Sin embargo, para las finales de la noche dio una tregua, aunque se antojaba complicado que incluso con lluvia alguien hubiera podido detener a un Rudisha imperial y que olvidó con esta alegría todo sus problemas con las lesiones de los últimos años.


El actual campeón ni se inmutó por la frenética salida de su compatriota Alfred Kipketer. En cuanto sonó la campana de la última vuelta, tomó el mando con su poderosa zancada pese a los esfuerzos del argelino Taoufik Makhloufi y el francés Pierre-Ambroise Bosse, que intentaban entrar junto a él en la recta final.


Rudisha tenía aún guardado un cambio más de ritmo para poner la directa hacia su segundo oro olímpico consecutivo, aunque esta vez, como hace cuatro años, no pudo añadirle el récord del mundo. El keniata ganó con 1.42.15, lejos de esos sensacionales 1.40.91 de la capital inglesa, pero se convirtió en el primero en reeditar victoria tras el neozelandés Peter Snell, que lo hizo en 1960 y 1964.


Tras el campeón, la medalla de plata (1.42.61) fue para el argelino Taoufik Makhloufi, medalla de oro en Londres en los 1.500 metros, mientras que la de bronce fue para el estadounidense Clayton Murphy (1:42.93), el más fuerte para remontar desde atrás.


En cambio, el francés Renaud Lavillenie cerró un año amargo después de no poder reeditar su oro olímpico en el salto de pértiga donde era el gran favorito, pero donde la fulgurante aparición del joven brasileño Thiago da Silva le dejó sin el metal más preciado.


Batido hace un año en el Mundial de Pekín y el mes pasado en los Europeos de Amsterdam, el plusmarquista mundial se prestaba a coronarse de nuevo en una cita olímpica. Realizó un concurso impecable, superando todas las alturas a la primera, viendo como sus rivales, entre ellos el campeón del mundo, el canadiense Shawnacy Barber, apartado muy pronto de la pelea por las medallas.


Pero sorprendentemente surgió la figura de Da Silva, que tenía una mejor marca del año de 5.90. Apoyado por el público, maleducado con sus rivales, logró un impulso extra para dejar cariacontecido a Lavillenie al superar los 6.03 metros.


El francés se vio obligado a intentar saltar 6.08, altura asequible dada su condición de plusmarquista mundial con 6.16, pero bajo la presión ambiental no pudo y se tuvo que contentar con una amarga plata ante la algarabía del público y de su rival. El bronce fue para el estadounidense Sam Kendricks con 5.85.

Miller bate a Felix en los 400

Finalmente, en los 400 metros lisos femeninos hubo aún más emoción por el duelo que mantuvieron la atleta estadounidense Allyson Felix y la bahameña Shuanae Miller, que se decantó del lado de la segunda por un escaso margen.


Felix, actual campeona olímpica de los 200 metros, distancia para la que no se pudo clasificar, partía como favorita por su condición de campeona del mundo y por haberse clasificado para la final con el mejor tiempo (49.67), aunque Miller, actual subcampeona del mundo, había sido la más rápida del año.


Esta lo dio todo en la gran final. Desde el pistoletazo de salida, empezó muy fuerte y logró entrar en la recta final por delante de la americana. Esta con su elegante carrera le alcanzó y parecía que la sobrepasaría cuando la subcampeona mundial hizo un último agónico esfuerzo, reflejado en su acrobática entrada en meta, para ganar con 49.44, siete centésimas mejor que la estadounidense. El bronce fue para la jamaicana Shericka Jackson (49.85).

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