Pablo Abián saborea su madurez deportiva en una especialidad que le lleva de aquí para allá, como el volante que sale lanzado a una velocidad endiablada de su raqueta. El bilbilitano, con 31 años, exhibe la mejor de sus sonrisas: está en Río, en sus terceros Juegos Olímpicos. Y llega a la cita dispuesto a seguir haciendo historia para el bádminton español, como hace cuatro años en Londres cuando se convirtió en el primer volantista nacional en ganar un partido en individual. El reto comienza en la madrugada de este domingo (1.30).

¿Qué espera de Río 2016?

Unos Juegos Olímpicos siempre los vives intensamente y ahora, cuando ya no queda nada para el inicio de la competición, empiezas a notar la emoción. Es el objetivo por el que has estado luchando tanto tiempo y es muy especial. Estoy contento por poder representar a España en unos Juegos, es muy complicado llegar hasta aquí.

La experiencia juega a su favor, ya son sus terceros Juegos.

Sí, ahora soy más competitivo. Debuté en Pekín 2008 con 23 años, era muy joven y fue una olimpiada para aprender. En Londres di un salto cualitativo; llegué al torneo con una mejor posición en el ranquin mundial y conseguí sumar la primera victoria de un español en el cuadro individual masculino en unos Juegos. Ahora soy un jugador con más experiencia y más competitivo. Me encuentro en un buen momento deportivo y espero aprovecharlo para hacer un buen papel.

¿Se puede soñar con seguir haciendo historia?

Sí. Mi objetivo es mejorar el resultado de Londres y, a partir de ahí, no cerrarnos ni conformarnos. Hay que tratar de luchar por el diploma olímpico y, si se puede pelear por las medallas, mejor.

Su optimismo está reforzado al completar un magnífico año preolímpico, uno de los más fructíferos en cuanto a resultados.

La verdad es que ha sido muy positivo. He ganado cuatro campeonatos puntuables para el ranquin mundial –Spanish Open, y los Internacionales de Bulgaria, Chile y Holanda–, y disputé en Río de Janeiro la final del Grand Prix de Brasil perdiendo la final contra Lin Dan, seguramente el mejor jugador de bádminton en individual masculino, ganador de los dos últimos Juegos y cinco veces campeón del mundo. Sin olvidar que me colgué el oro en los primeros Juegos Europeos celebrados en Bakú (Azerbaiyán). Estos resultados han hecho que me sitúe el treinta en la clasificación mundial. Aunque los buenos resultados no le han permitido optar a una mejor ubicación tras el sorteo de los cuadros de emparejamientos.

¿Cómo valora su grupo?

Todos son complicados y el mío (el D) también tiene su complejidad. Me enfrentaré a Hu Yun, de Hong Kong, cabeza de serie número diez, y a Jaspar Woon Chai, de Brunéi, contra el que debuto. Yun es, a priori, el favorito para pasar el grupo. Pero llevo dos meses compitiendo a un gran nivel, contra jugadores ‘top 4 y 10’ mundiales, a los que he forzado a duelos de tres sets, con puntuación igualada, más de una hora de duración y cayendo por la mínima. Sé que, si juego a ese nivel, voy a tener opciones de pasar.

Un Abián fiel a su estilo...

Sé aguantar la presión. Llevo más de quince años en la élite del deporte; eso no es fácil y requiere mucho trabajo, mucho sacrificio y, sobre todo, constancia.

¿De qué virtud se siente más orgulloso?

Una de mis virtudes es luchar el punto al máximo y no dejarme llevar. Estar presente y ser combativo. Me caracterizo por ser muy competitivo. En Río intentaré dar lo máximo de mí.

Sus hermanos mayores, Javier y María, le ‘engañaron’ para que se apasionara con los volantes en el club que fundó su padre Antonio, la Agrupación Deportiva San Íñigo de Calatayud.

Al principio cuando eres pequeño ves todo muy lejano y retos a largo plazo, que con suerte y mucho sacrificio, he podido ir cumpliendo. Guardo muy buenos recuerdos de los inicios. El bádminton es un deporte diferente que hasta que no lo practicas no te das cuenta de lo divertido que es y de lo que engancha. A mí me atrapó y me ha permitido vivir experiencias únicas. Las primeras victorias a nivel comarcal y en mi comunidad; el salto a la Blume de Madrid, donde me pude dedicar al bádminton de forma permanente y empezar a dar forma a un palmarés nacional e internacional...

En España, es el líder indiscutible en categoría masculina.

Sí, tengo catorce campeonatos de España absolutos: nueve a título individual, uno en dobles mixto y cuadro en dobles masculino con mi hermano Javier, que es mi entrenador desde hace tres años y que va a estar conmigo en la pista en los Juegos.

Reconforta estar arropado por la familia.

En momentos de flaqueza, la familia, mis hermanos y mis amigos te ayudan a no desfallecer. Son un apoyo básico en el deporte y en todos los aspectos de mi vida.