Leandro Cabrera: "Por mí, ojalá pueda jugar en el Real Zaragoza un año más"

El central uruguayo, en el escaparate de ventas desde junio, vive un verano atípico sin saber si seguirá en el club o se irá traspasado. Su deseo personal es seguir en el equipo, aunque está preparado para un traspaso en cualquier momento.

Leandro Cabrera, ayer en el hotel de concentración del Real Zaragoza en Boltaña.
Leandro Cabrera, ayer en el hotel de concentración del Real Zaragoza en Boltaña.
José Vidal


Su situación es extraordinaria en esta pretemporada. Entrena sabiendo que quizá, si llega una oferta buena para todos, vaya a marcharse traspasado.


Así me lo dijeron en el club desde el principio del verano. Sé que su intención es que si llega ese ofrecimiento interesante el Real Zaragoza quiere aceptarlo. Yo les dije que si esa oferta les sirve a ellos para sus necesidades económicas y me sirve a mí en mis criterios particulares, entiendo la situación e iremos adelante. En ese sentido, estoy preparado para partir hacia otro lado. Pero no sé qué es lo que considera el club ‘una buena oferta’, no sé cuánto es el dinero suficiente que significará que yo me vaya. Ellos son los que valoran esa rentabilidad, yo no la sé en cifras.


Este estado de inestabilidad diario, ¿le altera el ánimo, le alborota la mente?


Yo, por suerte, estoy muy feliz en Zaragoza. Con los amigos que hice en el vestuario, con la gente de la ciudad en general. No me incomoda estar así porque lo tenemos todo muy hablado. Yo tengo muy claro lo que hay. Esto es el fútbol profesional.


Según van pasando los días gana enteros la opción de que al final acabe quedándose y no haya traspaso.


No lo sé. Yo estoy contento, como digo. Por lo que, si me tengo que ir me iré, pero si debo quedarme, no pasará nada porque aquí me siento fantásticamente bien y disfruto viviendo y trabajando.


El mercado acaba el 31 de agosto. La liga empieza el 20. Se augura que el ‘4’ del Real Zaragoza ese día ante el UCAM Murcia seguirá siendo Cabrera.


Yo, la verdad, tengo ganas de que sea así. En ningún momento tengo la cabeza en otro lado. El entrenador, Milla, el primer día ya me dijo que a él le gustaría contar conmigo este año. Y eso es un plus más para mí. Ojalá pueda jugar en el Real Zaragoza un año más. Ahora mismo, yo valoro más estar cómodo en un sitio que el asunto económico de ir a ganar más dinero a otro lugar.


Cuando vino, ya dijo que quería echar raíces en un sitio y dejarse de cesiones y cambios constantes.


Sí, eso dije y era verdad. Este es mi tercer año en el Real Zaragoza, el último del contrato que firmé entonces. Si lo cumplo, estaré muy feliz. Quedarme, para mí, no es motivo de tristeza. Al contrario. Entiendo lo del traspaso más por la necesidad del club que por mí.


Lo mismo acaba quedándose definitivamente y todavía su presencia en Zaragoza se prolonga durante mucho más tiempo…


Digo que es el último porque es lo que hay firmado. Pero yo soy de los que cree que todo se puede hablar. Yo estoy magníficamente bien en el Real Zaragoza. Si me quedo, todo va a girar de cara al futuro inmediato de mi propio rendimiento y de los gustos y las expectativas del club conmigo.


Hubo 48 horas en junio en las que se creyó haber encontrado la salida hacia el fútbol mexicano. Pagaban bien su fichaje.


Sí. Pero a mí no me interesó ir a México. Pensé en cuál era mi futuro en ese momento y decidí que, ahora mismo, no quiero moverme de Europa y, a ser posible, de España. Incluso le digo que, si me llaman de Uruguay, de mi país, tampoco volvería en estos momentos. Creo que lo mejor para mi carrera es seguir más tiempo aquí. Esa es mi decisión personal.


Viene Marcelo Silva. Otro central uruguayo como usted. Vaya pareja si al final se queda. Una bomba atómica.


Marcelo y yo jugamos juntos en una selección sub 20 de Uruguay. Yo era el más joven, con 17 años. Él era uno de los centrales y yo jugaba entonces de lateral izquierdo. Lo conozco bien. Es una gran persona y un gran compañero. He estado hablando con él estos días antes de que se concretara su fichaje por el Real Zaragoza y estoy muy contento con su llegada. Es otro aliciente más para mí. Seguro que va a aportar muchas cosas positivas, tanto en lo deportivo como también en el vestuario. Ahí es un líder. Esa es la imagen que yo tengo de él de hace unos años y estoy seguro de que no ha cambiado.


Tres años en Zaragoza… su caso está fuera de la normalidad. Se ha comido los años más duros del club. ¿Cómo va a ser este tercer año?


Por lo mal que se terminó la temporada pasada en Palamós, la gente está algo despistada. El ambiente dentro de nosotros, los jugadores, también es diferente. Los que quedamos de aquel día sabemos que aquello fue algo injustificable. Este es un año diferente por todo esto. El primer año que yo vine, estuvimos por encima de lo esperado. El equipo se hizo en cuatro días y el objetivo de ascender, aunque se pensaba, nadie lo decía de manera explícita. Y nos sobraron 7 minutos para lograr subir a Primera. El año pasado, con todo más medido, las previsiones eran las de ascender desde el primer día. Y todo terminó muy mal. Por eso, a día de hoy, todos estamos con mucha cautela. Es un año difícil. Nos hace estar muy reservados.


Sabe la que liaron con aquel 6-2 ante el Llagostera.


Claro que sí. Fallamos estrepitosamente cuando las expectativas de ascenso eran enormes. Defraudamos a toda la afición, a la totalidad de la gente zaragocista. Ahora, porque esto es el fútbol y hay que seguir adelante, la táctica es ir animándonos según vaya discurriendo la temporada. No se puede prometer nada desde el primer momento. Es un riesgo en caso de que no puedas cumplirlo. Volver a desilusionar a la gente sería tremendo. Va a ser un ‘volver a empezar’. Iremos a muerte cada día, pero sin la presión del año pasado.


Los jugadores que estuvieron en el campo en Palamós, ¿se sienten estigmatizados?


Para mí, aquello fue matador. Terminé la temporada, me fui de la ciudad, y cada día que pasaba quería meterme en un agujero y no salir más. No entendía qué había pasado. Hablabas con compañeros y todos estábamos anonadados. No había explicación a lo que habíamos hecho ese día. Al final, van pasando los días y hay que seguir viviendo. Aquello dolió mucho y nuestro deber es remediarlo esta temporada. Espero estar aquí para celebrar el éxito al final de la liga.

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