El Zaragoza prepara un nuevo plan financiero

El presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), el abogado oscense Javier Tebas, declaró la pasada semana el estado de buena salud económica del fútbol profesional, después de que el deporte rey de nuestro país haya pasado tres años sujeto a los controles económicos y financieros impuestos por la propia LFP y el Consejo Superior de Deportes (CSD). De esta bonanza predicada en términos generales no goza, sin embargo, el Real Zaragoza. Al revés. El hecho de que el equipo aragonés haya quedado atascado por cuarta temporada consecutiva en Segunda hace que se presente un horizonte económico de considerable complejidad para la sociedad anónima deportiva.

Los consejeros del Real Zaragoza están trabajando desde poco después de la fatal derrota de Palamós en la elaboración de un nuevo plan económico y financiero para la entidad, con el fin de que pueda seguir adelante y no se vea acechada por alguna causa de liquidación, como ya sucedió en el verano de 2014.

Uno de los primeros pasos en esta dirección consiste en renegociar con los acreedores los términos del convenio del concurso firmado en 2012 y que fue aprobado por la juez, obligaciones de pago que entran en vigor el próximo 1 de julio, después de pasar tres temporadas bajo los efectos de una cláusula suspensiva. En dicha fecha, en el día primero del mes que viene, el Real Zaragoza debe hacer frente a un pago de 1,36 millones de euros.

Para modificar el referido convenio, la sociedad anónima deportiva debe llevar a cabo una nueva negociación con los acreedores, quienes al final tienen la última palabra en este capítulo. Son ellos los que tienen que aprobar la nueva propuesta del Real Zaragoza, por mayoría reforzada, para que el titular del juzgado de lo Mercantil número 2 de Zaragoza firme su aprobación definitiva.

Con la intención de conseguir los apoyos necesarios para una nueva propuesta de convenio, el club se dirigió al Shakhtar Donetsk y al Milan, clubes que figuran entre los principales acreedores. El primero, por el caso Matuzalem. El segundo, por el fichaje del brasileño Oliveira. Futbolistas, representantes, sociedades de representación y otros agentes del fútbol configuran la lista de los acreedores que suman más cantidades pendientes de pago.

Otro punto crucial en este contexto lo constituye el convenio singular firmado con Hacienda hace dos temporadas. El Real Zaragoza, que aun estando en Segunda División debe pagar alrededor de 4 millones de euros por pasados débitos, quiere renegociar esta cantidad, con la idea de fondo de hacerse una entidad viable y, por tanto, poder seguir pagando al erario, tanto las cantidades conveniadas como aquellas que forman parte de los impuestos corrientes. Durante los dos pasados ejercicios, el club aragonés ha abonado a Hacienda por estos dos conceptos (corriente y deuda aplazada) 25 millones de euros, según fuentes del Real Zaragoza.

En el capítulo de ingresos, el club entiende que los usos terciarios de una Romareda remodelada también son una pieza vital para construir un futuro más o menos solvente. En este sentido, es clave un entendimiento con el Ayuntamiento de la capital aragonesa, propietario de la infraestructura. Obsoleta y con evidentes deficiencias, La Romareda no es una herramienta que ayude en este orden. Otras ciudades, en cambio, sí han sabido reformar sus estadios e ir con los tiempos.

En su comparecencia ante los medios de comunicación de la pasada semana, el presidente del club, Christian Lapetra, señaló que el esfuerzo de gestión por obtener nuevos recursos se va a extender asimismo a las políticas de patrocinio. Como es obvio, la venidera campaña de abonados puede ser crucial.