La gran fiesta del fútbol aragonés tendrá como protagonistas a dos aficiones que a buen seguro se dejarán las gargantas para llevar a sus equipos hacia sus objetivos. Entre las muchas peñas que se darán cita hoy en El Alcoraz, quizá la que vivirá el derbi de una forma más especial será la Peña Zaragocista Oscense. Y es que el equipo que llevan en el corazón juega en la ciudad que les ha adoptado a la mayoría, ya que muchos de sus 45 miembros son oriundos de la capital aragonesa afincados desde hace años (algunos hasta 15) en la vecina ciudad de Huesca.

Mario Buisán preside esta peña que acaba de celebrar su séptimo aniversario ya que decidieron crearla "al calor del año que bajamos a Segunda, porque ante lo duro que estaba siendo para los zaragocistas pensamos que, más que nunca, teníamos que estar unidos todos los que sufríamos desde Huesca, aunque es una de las plazas más difíciles para una peña del Zaragoza", admite.

Buisán afirma que para él, el partido de hoy no será una fiesta. "Yo no tengo ese sentimiento. Vivo cada partido de este año como una pesadilla, ya sea el Huesca, el Nástic o el Oviedo, porque solo estás pensando en despertar y escapar cuanto antes de Segunda ya que pensando en lo que ha sido el Zaragoza y en los títulos que ha conseguido en su historia, sientes que no es tu categoría".

Similar es el sentimiento de Ramón Bordonaba, otro socio de la peña nacido en Zaragoza aunque su mujer y sus dos hijos son de Huesca. "Es un partidos que nunca debería de jugar el Real Zaragoza porque su sitio es la Primera División", lamenta. De hecho, sostiene que su equipo se juega más "porque para que bajara el Huesca se tendría que dar una carambola".

Hablando de pronósticos, Luis Manuel Berdún, socio del Zaragoza desde hace 42 años y miembro de la peña, reconoce que el Huesca llega "en un momento bastante bueno" y aunque deja claro su deseo de que los azulgranas se salven, también destaca que "el Zaragoza tiene la necesidad absoluta de ganar porque corre peligro incluso el ‘play off’ y casi la supervivencia ya que otro año más en Segunda sería bastante problemático para el club".

Los tres desean que la rivalidad se queda solo en el ámbito deportivo. "Se vive con mucha pasión pero no deja de ser fútbol y aunque cada uno anime a su equipo, que sea todo desde el respeto. Después, todos aragoneses".