Stadium Venecia, tesoro de Torrero

Los clubes polideportivos son un concepto singular y muy arraigado en Zaragoza. En el siglo pasado se idearon unas infraestructuras que revitalizaron la vida social de la ciudad. Todo sin descuidar la base fundacional: el deporte como esparcimiento y como escuela de formación de las personas. Es el sentido con el que nació el Stadium Venecia, que hoy levanta el telón de las celebraciones por su 50 aniversario. El club de Torrero festeja esta tarde (19.00) las bodas de oro con un recepción institucional (Arzobispado de Zaragoza, Gobierno de Aragón y Ayuntamiento), en la que no faltarán las federaciones y clubes amigos.

Medio siglo contempla la evolución de aquella primera construcción, con mínimos servicios cuando vio la luz, que contrasta con la imagen que irradia el actual Stadium Venecia. "Entonces, el Patronato Social Católico promovía distintas acciones: nació el cine Torrero, se edificaron bloques de viviendas, se fundaron colegios... Pero para los jóvenes no había nada. El barrio crecía y había una preocupación por ver qué alternativas se les podía plantear. El deporte fue el hilo conductor", evoca el presidente de la entidad, Antonio González. En 1962 se compraron 65.580 metros cuadrados de parcela en los Pinares de Venecia y empezó la obra. Fue en 16 de julio de 1966 cuando se abrió por primera vez al público con dos piscinas, "las más bellas y amplias", como se publicitó entonces en HERALDO. "Recuerdo con seis años subir los domingos por la tarde con mi padre a ver cómo iban las obras. Era la gran novedad del barrio, poder disponer de una piscina y no tener que ir a la del Huevo. Todos estábamos encantados", cuenta González, que también resalta otro aspecto que ha dado valor al Venecia: "Las reuniones en torno a las piscinas para comer y cenar, especialmente en verano. Entonces se colocaba una mesa larga y todo el mundo llevaba las fiambreras y se colocaba alrededor. Fue una época bonita".

De las dos piscinas y un campo de fútbol como las primeras equipaciones con las que el Stadium Venecia abrió sus puertas, a la época de crecimiento, embelleciendo los servicios con nuevos vasos de agua al aire libre y cubierta, campos de fútbol, pistas de atletismo, tenis y pádel, frontones abierto y cubierto, canchas de baloncesto, balonmano, voleibol... "Tuvimos un momento crítico cuando se hicieron las obras del Tercer cinturón, que expropiaron parte de los terrenos del Stadium Venecia. Esto fue un gran hándicap porque supuso un trastorno para el funcionamiento de la entidad y lo que podíamos ofrecer a los socios. Pero también un punto favorable ya que el club sumo manejarse con esta crítica situación y nos favoreció cuando verdaderamente llegó la crisis a todas las entidades polideportivas privadas. Llegamos a tener 17.000 asociados en 60 hectáreas y ahora tenemos el techo en unos 9.000", explica Antonio González.

Un desarrollo estético que no ha alterado las bases fundacionales de la entidad. "Si en algo se ha valorado el Stadium Venecia es que nos hemos volcado por las familias y también por el deporte de formación un marco apropiado y en un ambiente propicio. Éste ha sido siempre nuestro empeño, que nuestros socios realicen alguna actividad deportiva, y lo hemos conseguido", desarrolla el presidente, que reconoce que la entidad no ha perseguido el diferenciarse por perseguir la élite. "Si han surgido perlas, como Cani, aplaudimos que salga de nuestras raíces y que con nuestra filosofía haya llegado tan lejos. Pero nuestro sentido ha sido siempre la base", reitera Antonio González.

Este fin de semana se celebra la ‘Fiesta del Asociado’, donde no faltarán exhibiciones de deportes variados, hinchables, disco móvil, comida popular, misa baturra y homenajes a los fieles socios que cumplen las bodas de oro con la entidad, que aspira a seguir celebrando cumpleaños. "Dentro de la singularidad de este tipo de clubes, nuestro objetivo mantenernos. Seguir fidelizando a familias y fomentando los valores que nos han hecho un club grande", concluye Antonio González.