"En la vida, como en la bici, hay que sacrificarse para alcanzar tu meta"
Miguel Indurain, exciclista y pentacampeón del Tour de Francia.

-¿Qué ha motivado su participación en la Orbea Monegros?
-En realidad, fue cosa de mi cuñado, que anda en bicicleta y me invitó a acompañarle. Además, suelo acudir a este tipo de eventos para promocionar el ciclismo, que ha sido mi pasión y que cada vez cuenta con más aficionados en toda España.
-En Aragón, también lo hemos visto en la Quebrantahuesos. De la montaña al desierto, ¿preparado para el cambio de paisaje?
-Me han explicado que se trata de un recorrido más o menos llano, que discurre por pistas y senderos, y en realidad soy más rodador que escalador.
-Las previsiones anuncian cierzo y en esta tierra, sopla con fuerza, ¿está en forma?
-En invierno, debido al mal tiempo, ando muy poco en bicicleta. Al llegar esta época, salgo y hago mis kilómetros. Al tratarse de un recorrido circular, el viento podrá ser aliado en algunos tramos y en otros, complicará las cosas. Habrá que llevarlo lo mejor posible.
-Aunque no es una prueba competitiva, le han colocado en el primer cajón de la línea de salida, ¿peleará por ser el primero?
-No, he dejado atrás la competición. En estas pruebas, al rodar junto a algunos amigos, tienes momentos de pique con uno u otro, pero nada más. Son 118 kilómetros y tengo bastante con acabar.
-En Los Monegros, las 8.000 inscripciones se llenaron en 57 horas. ¿Qué le parece el auge de este tipo de pruebas?
-Algo lógico, ya que ofrecen la posibilidad de afrontar un reto personal y, al mismo tiempo, salir con la familia o los amigos y durante un fin de semana, conocer un lugar nuevo y hacer algo de turismo.
-Por su experiencia, ¿Aragón es un buen lugar para ello?
-A lo largo de mi carrera, he rodado mucho por suelo aragonés y tiene posibilidades. Para esta tierra, es una forma de dar una alternativa deportiva al esquí y atraer a más visitantes.
-Y el ciclismo profesional, ¿qué momento atraviesa?
-Por un lado, tenemos jóvenes con muchas ganas; y luego, ciclistas en lo más alto como Contador, Valverde o Purito. Hay deportistas destacados, pero faltan equipos, es decir, hay pocas salidas para las nuevas generaciones. Precisamente, buscar una solución a esa situación es uno de los retos más importantes.
-Dentro de ese grupo, ¿ya tiene sucesor Contador?
-Contador, Valverde o Purito nos han dado muchas alegrías, pero ya están en el ocaso de sus carreras y por detrás viene gente pegando fuerte como Aguirre o Landa.
-Su hijo también le da a los pedales y, además, con grandes resultados. ¿Le gustaría que formara parte de ese relevo generacional?
-Claro, ya que es un deporte que me apasiona y al que he dedicado muchos años. No obstante, depende de él, de su decisión, de su fortaleza y cualidades.
-Más de un consejo le habrá dado.
-Vivir de tu pasión es bonito. Además, el ciclismo te permite conocer mundo, hacer grandes amigos y descubrir otras culturas.
-¿Qué lección le deja tantos años sobre la bicicleta?
-En la vida, hay que luchar cada día por aquello que quieres y la bicicleta te muestra esta realidad desde muy joven. Para llegar a tu objetivo, hay que entrenar duro y cuidarse. Y en la vida, lo mismo, hay que trabajar y sacrificarse para alcanzar tu meta.
-Ha apoyado la candidatura a los Premios Princesa de Asturias de la deportista Teresa Perales. ¿Sería un buen ejemplo de esta capacidad de sacrificio?
-Por supuesto, es una luchadora, que se sacrifica y trabaja con muchas ganas. Tiene todo mi apoyo; es una excelente candidata.
-En su vida personal, ¿ha tenido que superar repechos más fuertes que el Tourmalet o todo ha ido sobre ruedas?
-Aunque la vida es complicada, las cosas me han ido bastante bien, y por suerte, no he tenido grandes dificultades.
-En el mundo de la medicina, tener corazón de Miguel Indurain es sinónimo de buena salud. Algo habrá que le haga subir las pulsaciones...
-Me gusta andar en bici, viajar, la naturaleza y disfrutar de mi familia.