Benzing toma el mando

El alemán ha asumido un papel de mayor protagonismo tras sus soberbias actuaciones ante Madrid y Estudiantes.

Benzing entra a canasta en el duelo ante Estudiantes.
Benzing entra a canasta en el duelo ante Estudiantes.
Jose Miguel Marco

Llegó como un sinónimo de fiabilidad y de madurez, y acompañado por un aura de prometedor heredero de Dirk Nowitzki en la selección alemana, pero no ha sido hasta las últimas jornadas de su primer año en España cuando Robin Benzing ha comenzado a dar los excelentes resultados para los que fue contratado por el CAI Zaragoza. Precisamente, cuando más necesita el equipo zaragozano de su aportación, carente de un perímetro solvente tras las desafortunadas lesiones de Joan Sastre y Nate Linhart y en tierra de nadie en la clasificación liguera, pero coqueteando con los puestos de peligro. En sus exhibiciones ante el todopoderoso Real Madrid y el directísimo rival Estudiantes, el alero teutón ha demostrado que la confianza que recibe es directamente proporcional al buen rendimiento que aporta al CAI en el devenir de cada partido.


"Creo que mi mejor prestación ahora se debe al desarrollo de la temporada. El entrenador me da confianza, me conoce más y yo también asimilo mejor los sistemas, el equipo y la ACB", manifestó ayer el alemán. A pesar de la irregularidad en sus estadísticas personales, Benzing sí que ha dejado patente su polivalencia como jugador, dada su altura, su envergadura y su hábil conducción de la pelota. Sin embargo, Andreu Casadevall le mantiene en el perímetro, un área donde el exjugador del Bayern de Múnich se siente más cómodo y genera más peligro. De hecho, es el mejor triplista de la plantilla, con un 40% de efectividad, y exhibe una concentración progresiva en cada partido que reverbera sobre su eficacia anotadora.


Ante el Real Madrid, firmó 11 puntos en el primer cuarto –finalizó con 23 aquel encuentro, sumando 22 de valoración– y los anotó de todas las maneras: un triple, un lanzamiento de dos, un mate... Su versatilidad está fuera de toda discusión; no obstante, él mismo reconoce que la asimilación de los esquemas con que trabajaba Joaquín Ruiz, antes, y Casadevall, ahora, ha sido un lastre esta temporada. "Ha sido un progreso, pero ahora me encuentro muy bien adaptado. He encontrado un buen ritmo y he de tomar mayor responsabilidad por las lesiones. Si queremos que nos vaya bien, tenemos que acabar la temporada lo más fuerte que podamos", afirma el internacional con Alemania, al tiempo que da cuenta de la compleja transición que ha experimentado desde que desembarcase en Zaragoza.


Los minutos en pista determinan en gran medida una buena producción ofensiva de Benzing. No su cantidad, sino la buena distribución de los mismos, aprovechando los instantes de inspiración de un hombre que sabe encontrar su momento en cada encuentro. En la jornada 13, ante el Gipuzkoa, jugó 24 minutos y anotó 22 puntos, con seis lanzamientos desde la línea de triple; por el contrario, una semana después, en Sevilla, estuvo un minuto más sobre el parqué y solo encestó cuatro tantos.


"Jugar duro, apretando siempre y exhibiendo nuestro carácter". Son las tres premisas que hace suyas Robin Benzing para hacer frente mañana al Laboral Kutxa en Vitoria. Sin Sastre y sin Linhart, el alemán asume todos los galones –con permiso de Pere Tomás– desde la línea exterior, ya que, si bien la batalla se perfila física entre los pívots de ambos conjuntos, las opciones de victoria del CAI también necesitan del mejor Benzing, al que también se espera para el feliz desenlace de una temporada convulsa.

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