El deporte también se adapta

Muchos clubes y asociaciones de Aragón trabajan para fomentar el deporte adaptado como herramienta de superación e inclusión.

El equipo de baloncesto del CAI Deporte Adaptado estuvo 23 años consecutivos en la élite
El deporte también se adapta

El deporte aragonés se ha adaptado. Aunque todavía queda mucho por hacer en la relación entre el deporte y las personas con discapacidad, en la actualidad existen numerosos clubes, asociaciones y entidades que trabajan para que nadie quede excluido de unas actividades con las que tratan de promover la salud, el espíritu de superación, la integración y las relaciones sociales. Algunos lo hacen desde hace décadas, muchos llevan años y otros apenas acaban de comenzar su andadura en este ámbito, pero todos coinciden en la importancia del deporte para la normalización de la discapacidad y en la necesidad de seguir apoyando estas iniciativas.


En Aragón hay una amplia oferta de deportes y actividades que permiten a cualquier persona, desde aquellas con problemas leves hasta las que tienen escasa movilidad, practicar alguna modalidad. Desde las más conocidas, como el baloncesto en silla de ruedas o la natación, hasta las específicas para deportistas con determinadas discapacidades, como el goalball, un deporte para gente con problemas visuales, o la boccia, un deporte parecido a la petanca popular entre aquellos con deficiencias severas de movilidad.


Uno de los clubes pioneros en la Comunidad fue el CAI Deporte adaptado, que este año celebra su 35 aniversario. Cuando comenzó su andadura como entidad dirigida a la discapacidad física, apenas había instalaciones adaptadas ni posibilidades de practicar la mayoría de deportes. “No teníamos estructuras que cubrieran una necesidad que sí existía. Conseguimos sacar el ejercicio fuera del ámbito hospitalario y convertirlo en ocio y de competición. En aquel momento logramos que miles de personas salieran de sus casas y participaran en actividades sociales y demostraran a la sociedad, las instituciones y sus propias familias que podíamos practicar deporte como cualquiera”, recuerda María Luisa García, presidenta del club.


El CAI Deporte adaptado no tardó en convertirse en una entidad deportiva con relevancia nacional e incluso internacional. Llegó a tener hasta una decena de secciones diferentes y deportistas paralímpicos de primer nivel, como Teresa Perales. En los Juegos de Barcelona 92, por ejemplo, compitieron cuatro miembros del club. “En la actualidad se mantiene ese espíritu competitivo y de superación, aunque ahora también estamos muy enfocados al deporte como salud y ocio”, indica la presidenta del club, que hace 15 años ya abrió sus puertas a toda la sociedad para lanzar un claro mensaje de inclusión. Algo en lo que siguen trabajando con iniciativas como la que llevan a cabo en el colegio Espartidero de Santa Isabel, en el que han logrado que niños con y sin discapacidad practiquen deporte juntos en una actividad extraescolar.




Una de las competiciones organizadas por Special Olympics Aragón.

Trabajo a largo plazo


En el deporte adaptado, cuando se trabaja con discapacitados intelectuales o personas con problemas muy graves de movilidad, cada pequeño paso puede traducirse en semanas, meses o incluso años de trabajo. David Berrueco, presidente de Special Olympics Aragón, una organización deportiva internacional que organiza eventos deportivos con personas con discapacidad intelectual, pone un claro ejemplo del trabajo y la paciencia necesarios para lograr cualquier objetivo.


“Uno de nuestros usuarios tardó más de diez años en aprender a jugar a tenis de mesa. Empezamos hace 15 años botando una pelota de baloncesto y no lograba hacerlo tres veces seguidas. Pasamos a balones más pequeños, luego a una raqueta grande... Doce años después conseguimos que pudiera pelotear”, explica el presidente de esta entidad, que cuenta con ocho disciplinas diferentes, realiza entrenamientos semanales y organiza competiciones. En total cuentan tiene 240 socios y a sus torneos suelen acudir entre 400 o 500 personas.




Una imagen de familia de la jornada de puertas abiertas de Pádel Zaragoza.

Golf y pádel, iniciativas pioneras


Otras de las iniciativas pioneras en Aragón tiene que ver con el pádel, un deporte que se ha adaptado hace poco a las necesidades de las personas con discapacidad. La idea del club Pádel Zaragoza fue recibida con gran entusiasmo, la primera prueba fue ilusionante y su puesta de largo, que tuvo lugar el pasado fin de semana, todo un éxito. Medio centenar de personas con alguna discapacidad intelectual de todas las edades participaron en una sesión de puertas abiertas para que conocieran este deporte, y la iniciativa ha tenido tan buena acogida que el próximo 18 de abril comenzarán las clases de la su escuela de pádel adaptado. “Nos pareció algo muy interesante y ya llevábamos tiempo preparando el proyecto, ya que hacen falta profesores titulados en esta especialidad. Es una apuesta por la integración a través del deporte”, indica Javier Allué, responsable de comunicación de este club.



Uno de los torneos de golf adaptado de Augusta Golf Calatayud.


En Calatayud lo que triunfa es el golf. Gracias a una iniciativa de la empresa concesionaria del Augusta Golf Calatayud, que desde la asociación de familias de personas con discapacidad Amibil recibieron con los brazos abiertos, la localidad bilbilitana cuenta con la primera escuela de golf adaptado desde 2010. Sin embargo, el proyecto ya había echado a andar un par de años antes con las primeras clases, que enseguida convencieron a los responsables de la entidad y a sus familiares. “La terapia activa forma parte de nuestra metodología”, dice la directora gerente de Amibil, Lucrecia Jurado, quien agradece el enorme trabajo del profesor, Diego Comet, un ídolo para los 28 deportistas que participan en este proyecto de forma regular. “Tiene muchos beneficios. Es una actividad física y además al aire libre. La terapia que de otra forma haríamos de artificialmente la hemos convertido en algo divertido”, asegura Jurado, quien destaca otra de sus actividades más populares, también dirigida a la inclusión, un torneo por parejas en el que compiten juntos personas con y sin discapacidad.




El goalball es un deporte muy popular entre los ciegos o personas con deficiencia visual.


La ONCE en Aragón también tiene una amplia oferta de deportes para ciegos, desde modalidades adaptadas, como el atletismo, la natación, el fútbol, el esquí, el ajedrez o el judo, a una específica para personas invidentes o con visibilidad reducida, el goalball. Además, también organizan actividades puntuales, como ciclismo en tándem o montañismo, y acuden a diferentes competiciones.


“Para nosotros el deporte, además de algo saludable, es una herramienta para que la gente pueda conocer a otras personas con problemas similares, un método de socialización muy efectivo y una forma de sentirse integrados. Además, cuando acuden a competiciones suelen pasar unos días fuera de casa, lo que también es bueno para trabajar en conceptos importantes como la autonomía y la independencia”, analiza Carmen Beltrán, animadora sociocultural y deportiva de esta organización.

De la competición a la inclusión


Muchos clubes nacieron con un claro espíritu competitivo, pero también con el objetivo de llegar al máximo número de usuarios. “Decidimos fundar el club porque la natación es un deporte muy sacrificado y entrenábamos mucho para competir poco, así que nuestro objetivo era acudir a más torneos. El primer año éramos 13 deportistas con licencia nacional y al año siguiente, cuando empezamos con los cursos, llegamos a 75 usuarios”, explica Juan García, presidente de Aragua. En la actualidad cuentan con más de 250 nadadores de todas las condiciones y edades, tanto discapacitados como sin discapacidad.


“Estamos apostando por actividades inclusivas en las que chicos con y sin diversidad funcional comparten actividades. Es la mejor forma de llevar a la práctica la inclusión, y si nosotros no nos abriéramos a todo el mundo seríamos los más excluyentes”, reflexiona el presidente de esta entidad, que trabaja con personas con cualquier tipo de problema, desde físicos a intelectuales, pasando por síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral, ceguera... Tienen cursillos todos los días en varios pabellones de Zaragoza, como el Pepe Garcés, el Siglo XXI y el Alberto Maestro, así como los sábados en Calatayud.



Un deportista practica esquí adaptado en la estación de Cerler.

Esquí para todos


El esquí es otro de los deportes que lleva años adaptándose para llegar a todo el mundo, aunque el precio del material y la formación específica que necesitan los profesores han supuesto una importante barrera. Aún así, en Aragón hay varias estaciones en las que las personas con discapacidad pueden esquiar, como Valdelinares, Javalambre, Astún, Cerler, Panticosa o Formigal.


En las estaciones de Aramón hay descuentos especiales para las personas con discapacidad, y en varias hay escuelas de esquí especializadas. Por ejemplo, en Cerler está Handix, que trabaja desde hace 14 años en este tipo de cursos y en Teruel hay una escuela de esquí adaptado que han formado este grupo y el Club Aragonés de Esquí Adaptado Sport.

Decenas de iniciativas


La inclusión se trabaja desde la base, por lo que el deporte adaptado también tiene su espacio en los Juegos Deportivos en Edad Escolar del Gobierno de Aragón, que cuenta con varias modalidades para niños con discapacidad, desde rugby a slalom, pasando por el goalball, la boccia, el baloncesto en silla de ruedas, el trigol, el tenis de mesa o la natación. Pero hay muchos más clubes y asociaciones que apuestan por el deporte como método de superación, rehabilitación e inclusión. Aspace, por ejemplo, apuesta por la boccia, popular entre las personas con muy poca movilidad, ya que algunas de sus categorías están adaptadas para parálisis graves. Además, casi todas las entidades que trabajan para mejorar la vida de las personas con discapacidad tienen algún programa dirigido al deporte.

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