Las reinas de la Escuela Waterpolo Zaragoza se piden una copa este fin de semana en Sabadell. La piscina Can Llong de la localidad catalana es el escenario desde el viernes de una nueva edición de la Copa de la Reina, competición que añoraba la escuadra aragonesa, que se mantiene firme en la élite femenina de este deporte acuático. En 2013 fue la última vez que concursó en el torneo, y esta campaña regresa con renovados bríos. "Vamos a disfrutar, a dar una buena imagen. No todos los años se juega esta eliminatoria, y después de la ausencia las chicas están muy ilusionadas. Se lo merecen", resalta el técnico Fran Orizo. La empresa no será fácil. El conjunto zaragozano no tuvo suerte en el sorteo y le tocó en cuartos de final el potente Mataró, con el que peleará por una plaza de semifinales el viernes. El mismo equipo que le privó en 2010 de una histórica final.

Con la modestia como principal virtud, la EWZ se ha convertido en el referente aragonés en la máxima categoría nacional del waterpolo. Un mérito enorme para un club que no puede aspirar a pagar sueldos a las protagonistas que le han hecho crecer y que le llevaron a dar el salto a Europa, en la LEN Tropy. Son las deportistas las que tienen que abonar dinero por jugar. Todas las temporadas son difíciles para la entidad, que hace milagros para cuadrar el presupuesto. Pero especialmente ésta, en la que aún no ha cobrado el pago del patrocinio del Gobierno de Aragón de 2015 (correspondiente a la campaña 2014/2015) y no sabe qué minúsculo pellizco va a recibir en 2016 (del curso 2015/2016 que está cerca de concluir). Sin un espónsor que destaque en los bañadores, el principal activo de su nombre son las mujeres que lucen con orgullo en el agua el gorro naranja.

Un plantel que ha superado con la mejor de sus sonrisas todos los obstáculos que se cruzan por su camino: el cierre del foso de agua del Parque Deportivo Ebro; los "solo" tres días de entrenamiento (lunes, miércoles y viernes) en la pileta de Bomberos; las dos calles que ocupan martes y jueves en la piscina de El Huevo, "solo para nadar"... Pese a todos los inconvenientes, la Escuela Waterpolo se mantiene a flote, once temporadas –diez consecutivas– defendiendo el nombre de Aragón, en la División de Honor femenina. "El futuro no se presenta muy esperanzador. Es difícil trabajar en estas condiciones. Pero sigues ahí por la cantera, por las niñas que dan el salto al primer equipo. Es bonito ver que juega la gente de la tierra:_lo vives más", lamenta Fran Orizo, que lleva tres meses sin cobrar por su rol de entrenador.

Recepción en el Ayuntamiento

Un club que cuida a la base –desde 1984, año de fundación, más de 800 niñas se han formado en el waterpolo–, que alimenta la estructura de equipos y que presume de medallistas internacionales: Andrea Blas, Julia Tazueco, Laura Gómez... espejo donde se miran las pequeñas que agarran con determinación el balón amarillo. Un club que merece ser mimado un poco más.

El Ayuntamiento de Zaragoza tuvo ayer un guiño con la EWZ, y le regaló una "cálida" acogida en el Salón de Recepciones. "Tenemos que daros las gracias por engrandecer el nombre de la ciudad. Queremos poner al deporte femenino en su sitio porque hay gente muy buena", resaltó el alcalde, Pedro Santisteve, que estuvo acompañado por el concejal de Deportes, Pablo Híjar, y representantes del resto de partidos políticos. El club, con su presidente Vicente Ruiz a la cabeza, agradeció el gesto, y en tono irónico recordó que "a ver si llega alguna subvención". La entidad premió a Santisteve con una camiseta firmada y un gorro naranja, que el primer edil prometió ponerse cuando fuera a nadar.