Catherine Destivelle: "La fama te hace la vida más fácil, pero necesito mi espacio también"

- En los años 80 y 90 se le consideraba la mejor escaladora del mundo. ¿Qué le corre por el cuerpo al recordar aquellos momentos?

- Está superadísimo por las nuevas escaladoras que hay ahora porque el nivel ha subido muchísimo.

- Goza desde hace mucho tiempo del foco mediático, pero en su día se apartó de la alta competición diciendo que a veces quería ser famosa y otras no. ¿Se agobió?

- Reconozco que ser famoso a veces te hace la vida más fácil, pero otras veces necesito mi espacio y mi rincón. Cuando voy al monte o a un refugio, por ejemplo, me gusta estar como una montañera anónima más, pero muchas veces me ocurre lo contrario porque la gente se acerca a pedirme autógrafos.

- ¿Por qué le dio por empezar a trepar paredes con solo 12 años?

- Empecé a escalar en Fontainebleau, una zona de bloques que hay cerca de París, y allí me encontré con gente que tenía un nivel muy alto que me enseñaron y que me animaron para alcanzar vías con más dificultad cada vez.

- ¿Y soñó algún día con llegar tan alto en el mundo de la escalada, como el hito de ser la primera mujer que completó un ascenso en solitario y en invierno de la cara norte del Eiger?

- Para nada. No soñaba con nada, pero gracias a esa gente que me motivó, progresé rápidamente.

- ¿Abrió paso a las mujeres dentro del mundo de la escalada?

- No lo sé, aunque creo que hoy en día en la escalada ya ocurre como en otros deportes como la gimnasia, por ejemplo, que hay más o menos una proporción parecida de hombres y de mujeres.

- ¿Ha llegado ya la igualdad?

- Si hablamos de cantidad, creo que no porque hay pocos padres que empujen a sus hijas a practicar la escalada. Y en cuestión de nivel, estamos muy cerca de los hombres aunque todavía por debajo.

- En su caso, ¿animó a su hijo a seguir sus pasos? ¿Él escala?

- Mi hijo Víctor no, porque sobre todo no quería que se le comparara con sus padres y ha preferido dedicarse a otra cosa muy distinta como el mundo de la música. Aun así, viene conmigo a veces a practicar y tiene un buen nivel, pero no tiene el mayor interés por progresar más. En lo que quiere tener mucho nivel es en tocar el trombón, que es su instrumento.

- ¿Y le hubiera gustado poder enseñarle a él todo lo que sabe?

- Si le hubiese gustado a él, yo le hubiese enseñado, pero no tenía ninguna intención de empujarle a esto porque hasta cierto punto es un deporte que tiene su peligro.

- ¿Qué le ha aportado a su vida fuera de las montañas el espíritu de superación que tiene que tener cualquier escalador?

- No sé si ha sido la escalada la que me ha hecho tener espíritu de superación o mi propio carácter, pero yo en cualquier cosa que me embarco intento dar el máximo y superarme cada día.

- ¿Le gusta la soledad que acompaña a un deporte como la escalada?

Sí, la verdad es que me considero una persona bastante solitaria.

- Una parte de su actividad ahora es dar conferencias a ejecutivos sobre cómo afrontar situaciones límite y cómo automotivarse. ¿Qué consejos les transmite?

- Sí, ahora me gano la vida dando conferencias y el consejo que doy sobre todo a los ejecutivos es que prepararen bien sus proyectos empresariales antes de ponerlos en marcha para que si en un momento dado llegan los problemas, tengan posibilidades en el bolsillo para salir de ellos más fácilmente.

- ¿Qué le da vértigo a una persona que ha estado colgada de paredes imposibles?

- Sobre todo el gran volumen de trabajo, porque ahora tengo una editorial de libros y hay momentos en los que tengo muchísimo que hacer. Para mí, es mi forma de sentir vértigo.

- Ha protagonizado varios documentales, como ‘Más allá de las cumbres’, que ganó el premio a la mejor película de montaña de larga duración en el Banff Mountain Festival de 2009. ¿Cree que hace falta más cine que hable de verdad de la montaña?

- Cuantas más películas se hagan mucho mejor. Para mí también es importante que a los protagonistas se les haga venir a festivales como este para que el público vea que somos personas normales.