Pendientes de Cabrera

El defensa sufre una molesta lesión en el aductor de la pierna izquierda
y queda pendiente de evolución. El jugador ya fue baja de última hora en
el encuentro del pasado sábado ante el Albacete.

Leandro Cabrera durante un entrenamiento con el Real Zaragoza.
Leandro Cabrera durante un entrenamiento con el Real Zaragoza.
Aránzazu Navarro

La pierna izquierda de Leandro Cabrera le duele a todo el Real Zaragoza. El defensa uruguayo se cayó en el último momento de la alineación titular ante el Albacete el pasado sábado a causa de una dolencia que en la tarde de ayer fue auditada mediante una resonancia magnética nuclear. Una vez realizada la prueba, a Cabrera se le ha diagnosticado una entesopatía insercional en el aductor de la pierna izquierda, según confirmó el mismo club. Es decir, el bravo central zaragocista padece una patología en la unión de los aductores con el pubis. El jugador ya está siendo sometido a un tratamiento para paliar la inflamación. El futbolista queda pendiente de evolución.


Nunca llega en buen momento una lesión. Mucho menos cuando se trata de un hombre fundamental y de una zona, como es el sector central de la defensa zaragocista, muy mermado de efectivos. Leandro Cabrera ha sido titular indiscutible tanto con Ranko Popovic como con Lluís Carreras. Junto al todoterreno Diego Rico, es el futbolista que más minutos lleva disputados en el actual curso. Ha jugado todos los minutos posibles: siempre, salvo cuando ha estado sancionado o lesionado. Estuvo sujeto a sanción en el encuentro del Real Zaragoza en Almería, al agotar el primer ciclo de cinco tarjetas amarillas. También fue castigado con un encuentro de sanción tras ser expulsado ante Osasuna en Pamplona. El club aragonés acudió a todas las instancias posibles (Comité de Competición, de Apelación y Tribunal Administrativo del Deporte) hasta que logró la suspensión cautelar de la sanción. Si Cabrera no compareció ante el Albacete el pasado sábado, no fue por estar sancionado, sino por el dolor que sentía en el pubis. Por eso no jugó.


Lluís Carreras, un técnico que mima al futbolista, que no lo fuerza hasta umbrales límite (estrategia rentable a corto plazo y ruinosa en plazos medios y largos), retiró finalmente a Cabrera de la formación titular ante los manchegos. Incluso del banquillo. Cabrera presenció el triunfo zaragocista ante los manchegos desde la grada de La Romareda. Cabrera puede hacer pocos esfuerzos. Saltar, solo para celebrar el gol al Albacete cuando el partido agonizaba. Y poco más. Después de guardar reposo durante dos días, ayer volvió a la actividad la primera plantilla zaragocista y Cabrera no compareció junto al grupo. El alegrón del regreso de Jaime fue menor cuando el todo mundo observó la ausencia de Cabrera. Baja muy sensible que se va a intentar recuperar en el menor margen de tiempo posible, siempre preservando la salud del futbolista.

Evolución

Desde el club, no se ha hecho público ningún plazo de recuperación. La lesión, en cualquier caso, se encuentra en un estadio inicial, aproximadamente en la primera fase de las tres fases en que suelen valorarse las dolencias relacionadas con el pubis. Carreras ya dejó muy claro el pasado sábado que no le gusta forzar al futbolista, que prefiere que un futbolista pare a que juegue infiltrado y se pierda el mes siguiente en la rehabilitación. La presencia de Cabrera en Tenerife, el conjunto más en forma de la competición junto al Girona y el Real Zaragoza, está en el aire. Carreras prefiere que Cabrera esté en buenas condiciones para que con su rendimiento el conjunto aragonés atrape los puntos suficientes para ascender a la Primera División.

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