En momentos de felicidad, se corre el riesgo de relajarse. Anquela ya pidió el domingo no bajar la guardia y ayer Fran Mérida insistió en el mismo mensaje: "Tenemos que tener los pies en la tierra y no creernos más guapos de lo que somos solo por estas dos últimas victorias".

Y es que después de tantas jornadas de sufrimiento, el Huesca ve ante sí la posibilidad de empezar a respirar de verdad si sigue sumando puntos y más ante rivales directos. "Estamos contentos porque es la primera vez que encadenamos dos victorias seguidas, pero esto no para y ya estamos pensando en el miércoles", aseguró. Y es que advirtió de que el Mallorca "es un equipo muy bueno independientemente de lo que haya pasado el fin de semana", en referencia a su derrota contra el Llagostera (3-0).

Mérida, que se perdió el partido contra el Alcorcón por sanción, aplaudió el trabajo de sus compañeros "porque la gente que entró, demostró que está más que preparada para competir contra cualquiera y eso es una gran noticia". A su juicio, "hicimos un partido bastante serio, quizá no el más vistoso, pero a estas alturas lo que vale es ganar".

Para él, la clave sigue siendo tratar de dejar la portería a cero. "Veníamos diciendo todo el año que para ganar teníamos que hacer dos o tres goles y eso no es fácil. Ahora llevamos una buena línea e intentaremos seguir así el miércoles porque estoy seguro de que si la gente de arriba tiene una, la meterá", dijo.

El mediocentro confía en que esta sucesión de tres partidos en una semana no les pase factura. "Es cierto que no estamos acostumbrados, pero desde la pretemporada hasta ahora el equipo ha trabajado bien y en ningún momento hemos sido inferior al rival físicamente", subrayó.

En el Mallorca, mientras tanto las aguas bajan muy revueltas. Ayer, el defensa Joan Oriol reconoció que el equipo está tocado por la sorprendente y abultaba derrota contra el Llagostera y pidió disculpas a la afición "por lo que llevan a la espalda esta temporada". Pero también hizo hincapié en que no les queda otra que levantarse y pensar en el partido contra el Huesca "que es otra final y tenemos que dar ya un golpe encima de la mesa".