Aragón presume de campeones

Toni Abadía y Cristina Espejo disfrutan el oro nacional de cross, aunque se conjuran para el aire libre.

Toni Abadía se abraza con Cristina Espejo, el pasado domingo tras cruzar la meta en Calatayud.
Toni Abadía se abraza con Cristina Espejo, el pasado domingo tras cruzar la meta en Calatayud.
Macipe

Han tocado el cielo, pero quieren seguir su ascenso. Toni Abadía y Cristina Espejo viven un momento dulcísimo de sus vidas. Después de colgarse el oro el pasado domingo en el campeonato de España de campo a través de Calatayud, tanto el zaragozano como la montisonense se han convertido en los dominadores del cross nacional, y, con metas diferentes, han marcado un antes y un después en sus trayectorias deportivas, felizmente condenadas al éxito tras protagonizar sendas historias de sacrificio, superación y valentía deportiva. El atleta del Nike Running comienza ahora su puesta a punto para el objetivo número uno de la temporada: lograr las mínimas en 5.000 y 10.000 metros para los Juegos Olímpicos; la mediofondista del Hinaco Monzón, por su parte, aborda una dura carrera por regresar a su modalidad preferida, los 1.500, y en su hábitat natural, la pista al aire libre.


Toni Abadía rememora los instantes de la llegada a meta, cuando se desplomó emocionado sobre el suelo bilbilitano, y desvela que la gesta de proclamarse campeón de España de cross le ha brindado, por encima del orgullo del campeón, una valiosa lección. "Me acordé de todo el camino recorrido hasta ese momento, especialmente de mi baja en el Europeo de campo a través. Me di cuenta de que nadie está libre de los infortunios, y de que a veces es necesaria una cura de humildad para regresar con más fuerza. La medalla es una recompensa para mi entrenador y mi familia y una revancha conmigo mismo", explica el pupilo de José Luis Mareca, que desde ayer habla en clave olímpica, ya que centrará su preparación en obtener las marcas mínimas de los 5.000 y 10.000 metros, imprescindibles para sellar su pasaporte a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.


"Por mi estado de forma y por mis sensaciones, creo que puedo creer que asistiré a los Juegos. Aún queda un mes (para el campeonato de España de fondo en pista), y tengo tiempo de ponerme a punto. Sé cuál es el camino a seguir", aseguraba ayer el zaragozano, que tendrá en esta cita su primera oportunidad de obtener un cronómetro olímpico. En esta preparación, Abadía dará también cabida a los 5.000, aunque evita pronosticar resultados: "Sería una sorpresa ahora mismo, no es algo matemático".


Igualmente duro se perfila el curso en pista al aire libre para Cristina Espejo. La flamante campeona de España promesa de cross atraviesa por un gran momento de forma y ánimo, después de la dura temporada invernal, que no le permitió explotar su condición física cuanto habría deseado. Ahora, la montisonense quiere "poner punto y final" a las largas distancias del cross –Calatayud fue el primer Nacional donde las féminas corrieron más de diez kilómetros– y retornar progresivamente a los 1.500 metros, donde Espejo confía en seguir ofreciendo sus mejores resultados.


"No descarto correr un 5.000 en las próximas semanas, pero sí creo que disputaré el campeonato de España de 10 K de Alcañiz (se celebra el próximo 24 de abril). Aprovechando que se celebrará de nuevo en casa, en Aragón, me siento motivada para enfrentarme a este reto", confiesa Espejo, que sonríe cuando recuerda el inolvidable momento de su triunfo en Calatayud. "Era la ansiada medalla, la que deseaba tener hace tanto tiempo, para la que entrenaba y sufría tanto. Gracias a este título, he vuelto a confiar y a ilusionarme", revela la joven mediofondista del Hinaco Monzón.


"Tranquilidad, satisfacción y confianza" son las tres condiciones que tanto Abadía como Espejo consideran imprescindibles para conseguir sus metas, más ambiciosas conforme aumenta su aura de campeones y el respeto de sus adversarios. Sus caminos se encontraron y se separaron en Calatayud, rumbo a objetivos dispares: alcanzar el Olimpo y triunfar en el curso al aire libre. No obstante, los créditos con que ambos deportistas hacen frente al destino son lo bastante sólidos como para que el atletismo aragonés sueñe con un futuro dorado.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión