"En Pekín hay que entrenar con máscara por la contaminación"

Mikel Guillén, preparador físico.

Mikel Guillén enseña el escudo de su equipo, el Jiujiuai FC.
Mikel Guillén enseña el escudo de su equipo, el Jiujiuai FC.
Asier Alcorta

-Con lo bien que estaba usted con José Luis Loreto entrenando al Ejea, y se va a China...

-Es un reto y es el futuro. ¿Por qué juegan el Madrid y el Barça casi siempre a las cuatro de la tarde? Para que los puedan ver millones de chinos. El mundo ha girado hacia China. Y el fútbol, también.


-El viaje hasta su actual club, el Jiujiuai, ha sido largo...

-Es un cúmulo de circunstancias, como la misma vida. Yo jugaba al balonmano en el colegio Moncayo. Me marché a estudiar INEF a Huesca. Elegí hacer las prácticas en la Fundación del Real Zaragoza. Allí conocí a Santi Aragón, Javi Suárez, César Jiménez, Luis Royo, Míchel Catalán... Luego fui al Borja con José Luis Blanco. También empecé a trabajar en el campus que el jugador del Bayern de Múnich Javi Martínez hace en Estella.


-Sí que ha dado vueltas, sí...

-Loreto estuvo a punto de ir este verano al Córdoba, pero al final fue José Luis Oltra. Iba a continuar en Ejea con Loreto, pero me llamó un grupo inversor chino que me había visto en el campus de Javi Martínez. La oferta era muy buena. Así fui al Huawen FC. Es un club de Pekín. También vino como técnico Pablo Ríos, del Getafe. Fui el 29 de septiembre y estuve hasta el 28 de enero.


-Ahora ha cambiado de equipo.

-En diciembre, mis agentes me hablaron del club Jiujiuai FC. Es un equipo de la provincia de Sichuan, concretamente de la ciudad de Chengdú. Sichuan es una provincia con una población de 48 millones de habitantes, es decir, más o menos como España. Chengdú tiene 14 millones.


-¿Qué tal la vida por China?

-La cultura es muy diferente. Hay un enorme control de la información, por eso están bloqueados Google, Facebook, Twitter.


-¿Y cómo lograba comunicarse con el exterior, con España?

-Bajando la aplicación VPN, que encripta el IP, y así puedes navegar. Whatsapp sí puedes usarlo, aunque allí se usa más una aplicación semejante, Wechap.


-¿Pasa desapercibido allí?

-Imposible. Por la calle te miran mucho. Son descarados. Es complicado pasar desapercibido.


-¿Qué tal juegan al fútbol los chinos?

-Hay que tener en cuenta que la cultura china es muy individualista. Los chinos ganan muchas medallas en los Juegos en disciplinas individuales, no como equipo. En fútbol, no asocian la idea de pasar la pelota para mejorar la jugada. Eso ocurre en todo, igual en los deportes que en la vida... Individualismo puro y duro. Buscan la superación personal, pero no la colectiva. No son solidarios. Por eso hay tantas desigualdades sociales.


-¿Tanto desequilibrio hay?

-El choque cultural y económico es brutal. Puedes ver Ferraris en la calle y también chabolas, que allí se llaman ‘hutong’. Ves gente durmiendo en la calle a cinco grados bajo cero, trabajadores que trabajan 18 horas al día y duermen en el lugar de trabajo. Sin embargo, son comunes las marcas Porsche, Mercedes o BMW. Además, están enfermos con la tecnología. El Iphone es más caro que en España; y se privan de lo que sea para tenerlo.


-Dicen que están creciendo...

-Muchísimo. Es el país que más ha crecido en los últimos 20 años. Además, son muy observadores. Copian absolutamente todo lo que está bien. En el fútbol, por eso traen técnicos occidentales.


-Otra barrera será el idioma...

-Tengo traductor de inglés a chino las 24 horas. El mensaje al jugador pasa por tres idiomas.


-¿El futuro lo ve allí?

-Antes le he dicho el dato de que el Real Madrid y el Barça juegan casi siempre a las cuatro de la tarde para que les puedan ver en directo allí. Y si no, el Manchester United o el City. Ya están técnicos como Gregorio Manzano, Scolari... Jugadores como Jack-son Martínez o Martins (Chelsea)... No tardarán en llegar Torres, Arbeloa, Arda Turan, Dani Alves, incluso Mourinho...


-Muy bien lo pinta...

-Solo hay un problema enorme.


-¿Cuál?

-La contaminación. En Pekín hay que entrenar con máscara por la contaminación. En diciembre solo pudimos entrenar siete

días. Pasamos tres alertas rojas... No veías por la calle... Allí es el gran problema de nuestros días. Mucho más que en España.

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