Toni Abadía renuncia al Mundial y mira hacia Río

El aragonés decide no ir al Mundial de Pista Cubierta de Portland para centrarse en los Juegos Olímpicos, su gran reto e ilusión.

Toni Abadía, durante su victoria del sábado en el Trofeo Ciudad de Zaragoza
Toni Abadía, durante su victoria del sábado en el Trofeo Ciudad de Zaragoza
F. Jiménez

Toni Abadía atraviesa uno de sus mejores momentos como atleta. Este fin de semana se proclamó campeón de Aragón de Cross y batió el récord de los 3.000 metros lisos en el Trofeo Ciudad de Zaragoza, en el que además consiguió la mínima para acceder al Mundial de Pista Cubierta, que se celebrará en Portland (Estados Unidos) del 17 al 20 de marzo. Sin embargo, el atleta aragonés ya ha decidido que no acudirá a esta importante cita. Una decisión dura y que solo se entiende cuando la explica el propio Abadía: “Renunciar a un Mundial es muy difícil, pero mi gran ilusión es estar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro”.


El corredor del Nike Running, centrado en la temporada de campo a través, no esperaba lograr un resultado tan bueno en el Trofeo Ciudad de Zaragoza, por lo que tras lograr la mínima se ha tenido que plantear si acudir o no al Mundial. “Hemos analizado el calendario y creemos que es incompatible. Aún así, la plaza en el Mundial tendría que refrendarla en el Campeonato de España, pero todavía estoy barajando si ir o no. Tampoco quiero interferir en una carrera en la que otros compañeros se están jugando un puesto”, explica el zaragozano.


Lo que sí tiene claro es que quiere estar en Río de Janeiro, un objetivo complicado para el que aún tiene que lograr la mínima. “Nunca he estado en unos Juegos Olímpicos, que son el máximo reto para cualquier atleta. Con 25 años, sería el colofón perfecto a estas últimas temporadas”, relata Abadía, quien todavía tiene un buen puñado de objetivos pendientes para este año. El primero, el Campeonato de España de Cross, que se celebrará en Calatayud el próximo 13 de marzo, y en el que el aragonés tiene opciones de ganar. De hecho, es el actual campeón de esta disciplina tras la descalificación por dopaje a Mohamed Marhoum.


Una vez acabada la temporada de campo a través, se centrará en los 5.000 y 10.000 metros lisos, las dos pruebas en las que tiene opciones de lograr la mínima para los Juegos. “Lo veo más viable en 5.000, ya que estoy más cerca y es más asequible, el problema es que puede que no valga solo con tener el tiempo, ya que si lo han logrado más atletas alguno se puede quedar fuera. En 10.000 es más complicado, por lo que con la mínima casi te aseguras una plaza. Creo que puedo estar muy cerca, pero el conseguirlo o no puede depender de los pequeños detalles”, explica Abadía.


El zaragozano intentará lograr la mínima de los 10.000 en la localidad portuguesa de Maia, y puede que sea su única opción. “Esta prueba no la puedes correr muchas veces. Para el 5.000, en cambio, sí tengo más opciones. La primera bala sería en Huelva, pero en este caso sí habría más ocasiones de lograrlo. De todas formas, la experiencia me dice que si puedes lograrlo a la primera es mejor no dejar pasar la oportunidad”, indica el atleta, quien también tiene en mente el Campeonato de Europa: “La idea es asegurarme la mínima para los Juegos Olímpicos en una de estas dos distancias y correr la otra en el Europeo, ya que no quiero sobrecargarme y a nivel mental viene muy bien cambiar de competición”.

Un gran compañero


El fin de semana de Toni Abadía, además de unos excelentes resultados deportivos, dejó una pequeña anécdota a la que el zaragozano no le quiere dar demasiada importancia, pero que dice mucho de su deportividad y compañerismo. De hecho, el otro protagonista de la historia se lo agradecía a través de las redes sociales. “Gracias por todo Toni Abadía, a pesar de haber ganado, te paraste a ayudarme aún jugándote un Campeonato para que yo pudiera continuar la carrera”, le decía Sergio Cortés, que acabó tercero en la categoría Promesas y logró una plaza para el Campeonato de España.


“En un momento de la carrera se cayó al suelo, así que yo me quedé para esperarle. Entreno mucho con él y es un gran amigo. Quería asegurarme de que estaba bien y de que no se había puesto nervioso, ya que algo así te puede sacar de la carrera. Pero no tiene importancia, él lo habría conseguido igual si yo no le hubiera esperado”, explica Abadía. Al final, la caída quedó solo en una anécdota y los dos lograron sus objetivos.

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