48 horas para revertir la tendencia

Sin pasar por Zaragoza, el CAI emprende un viaje hacia Andorra, su próximo rival liguero, ante quien el equipo busca retomar su constancia y el triunfo.

Tomás Bellas aprovecha una pausa del juego para dar indicaciones a Isaac Fotu, ante la presencia de Kravtsov (i), Benzing y Sastre.
Tomás Bellas aprovecha una pausa del juego para dar indicaciones a Isaac Fotu, ante la presencia de Kravtsov (i), Benzing y Sastre.
Oliver Duch

A pesar de haber encarrilado el pase a los octavos de final de la Eurocup, al CAI Zaragoza le toca regresar a la dura realidad del campeonato liguero, donde solo ostenta cinco victorias, una vez que la competición doméstica ha entrado de lleno en su segunda vuelta. Al margen de ocupar la 15ª posición de la tabla, el hecho preocupante es cómo se han consumado una gran parte de las derrotas del cuadro aragonés, una mezcla de falta de agresividad y capacidad resolutiva que el viernes exteriorizó el propio técnico, Andreu Casadevall, después de caer ante el Dinamo Sassari: "Hasta que no nos metamos en la cabeza que, para ganar, hay que ser constantes los 40 minutos, nos va a faltar ese paso para romper los partidos".


En medio de esta idiosincrasia, el CAI afronta mañana en Andorra (21.00) una nueva cita en la Liga ACB. El encuentro ante el conjunto del Principado se anticipa duro, debido al desgaste físico de los zaragozanos, que han viajado directamente desde Cerdeña al pequeño Estado pirenaico sin pasar por la capital de Aragón.


El equipo acumula tres jornadas consecutivas sin vencer. Las derrotas frente a Bilbao Basket (69–71), Valencia (81–74) y Fuenlabrada (79–80) han demostrado que el CAI evoluciona desde el acierto ofensivo, la seguridad en defensa y la intensidad, a una situación antagónica, donde las dudas, la permisividad y la apatía a ambos lados de la cancha se hacen dueños del juego zaragozano.


Sucedió contra los bilbaínos: al descansó, el CAI perdía por 10 puntos de diferencia, tras firmar una primera parte deficiente. Pese a los 19 puntos anotados en el tercer acto y la mayor efectividad de cara al aro, la plantilla no supo gestionar el acierto desde el tiro libre, y finalizó contra las cuerdas.


Un segundo ejemplo, si bien a la inversa, se vivió en La Fonteta frente al Valencia Basket. Un solvente y serio CAI plantó cara al invicto líder de la Liga ACB durante más de 35 minutos de juego, con una gran resistencia a la artillería pesada de Rafa Martínez y Dubljevic, en las filas levantinas. No fue suficiente: tres contraataques seguidos errados en los instantes finales impidieron a los hombres de Casadevall ponerse por delante. El Valencia no pagó con la misma moneda y la ansiedad acabó con los aragoneses.


Finalmente, la semana pasada se vivió una situación más frustrante, ya que la renta zaragozana sobre el Fuenlabrada era de nueve puntos, a menos de tres minutos para el final del encuentro en el pabellón Príncipe Felipe. A partir de entonces, la concesión de espacios al rival para anotar desde el perímetro y de rebotes ofensivos impidió sellar una victoria que se celebraba en la grada. Una recurrente falta de constancia y consistencia que el CAI Zaragoza quiere zanjar mañana en suelo pirenaico.

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