Milito, la opción imposible

?El Zaragoza activó la vía del Mariscal, pero el reglamento federativo de España exige tres años de experiencia previa en su país a los entrenadores extranjeros.

Gaby Milito da instrucciones como entrenador de Estudiantes a su jugador Aguirregaray.
Gaby Milito da instrucciones como entrenador de Estudiantes a su jugador Aguirregaray.
Heraldo

Una vez conocida a primera hora de la tarde la negativa de Fernando Vázquez a aceptar los términos del contrato ofertado por el Real Zaragoza, el club aragonés activó la opción de Gaby Milito. Esta vía para el relevo de Ranko Popovic en el banquillo representaba una apuesta muy en la línea de la ejercida con Narciso Juliá para la dirección deportiva. 


un icono generacional en el zaragocismo, un hombre que figura entre las principales leyendas de la historia del club y un perfil humano con carisma, personalidad y fuerza simbólica, al que también se le valoraban sus conocimientos técnicos. Durante su etapa en el área deportiva del Barcelona, Narciso Juliá coincidió con Milito, quien había aterrizado en el Camp Nou en 2007 después de cuatro temporadas inolvidables en el Real Zaragoza.


Sin embargo, el club aragonés no pudo hacer prosperar esta opción debido a los límites que impone el reglamento de la Real Federación Española de Fútbol en la contratación de entrenadores extranjeros. Todos los técnicos que no sean poseedores de la licencia UEFA Pro, la máxima titulación y la necesaria para dirigir al máximo nivel en España y otros países europeos, deben acreditar tres años de experiencia como entrenadores en su país.


Y Gaby Milito solo ha completado el primero de estos años en la élite de la liga de Argentina, dirigiendo durante 2015 a Estudiantes de La Plata. El Mariscal rompió su contrato con los Pincharratas hace menos de un mes, el pasado 7 de diciembre. Cogió a Estudiantes en abril en su estreno en un banquillo profesional y su trayectoria durante ocho meses ha sido notable, especialmente en el campeonato argentino: 12 victorias, 6 empates y 3 derrotas, clasificándose séptimo y metiendo al equipo platense en la próxima edición de la Copa Sudamericana (la segunda en la jerarquía de la Conmebol por debajo de la Libertadores).


En los torneos continentales, Gaby Milito no estuvo a esa altura. Cayó en mayo en octavos de final de la Copa Libertadores contra el Independiente de Santa Fe colombiano cuando apenas había tomado el cargo (era su cuarto partido).


Antes de entrenar en la Primera División argentina, Milito se inició como técnico, poco después de retirarse en este mismo club, su club de toda la vida, en las categorías inferiores de Independiente de Avellaneda. Tras su salida, siguió completando su formación hasta que le brindaron la oportunidad en Estudiantes de La Plata, liderado en los despachos por Juan Sebastián Verón, su compañero de selección en sus días de internacional.


Sin embargo, la etapa en Independiente de Avellaneda no computa a la hora de intentar la homologación de su título de entrenador en Argentina en España. Para dirigir en Primera o Segunda, según el artículo 161 de la RFEF, "los entrenadores que hayan obtenido su titulación en el extranjero, a excepción de las asociaciones nacionales con convenios de Licencias UEFA, podrán actuar en clubs adscritos a competiciones de ámbito estatal y de carácter profesional, siempre que estén en posesión de título equivalente al nacional y hayan ejercido, como titulares, en equipos de la máxima categoría de asociaciones nacionales afiliadas a la FIFA, por tiempo no inferior a tres temporadas".


Esta es la barrera legal sobre la que se chocó el Real Zaragoza ayer a la hora de intentar dar forma a la posible incorporación de Gaby Milito. Al Mariscal aún le faltarían dos años de ejercicio en Argentina, ya que la RFEF exige que los requisito mencionados anteriormente "deberán certificarse por la Federación de origen, la cuál acreditará, además, la no concurrencia de impedimentos para la contratación". En ese caso, la documentación se envía a la Escuela Nacional de Entrenadores de la RFEF para que expida un certificado de equivalencia.


El caso de Gaby Milito recuerda en parte al de Diego Pablo Simeone, quien necesitó tres años en Argentina, entrenando a Racing de Avellaneda, Estudiantes, River Plate y San Lorenzo, antes de su salto a Europa, al Catania de Italia.

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