Vallejo destaca en la valiosa victoria de España en Croacia

?El desempeño defensivo del aragonés fue clave para frenar el empuje final croata.

Jesús Vallejo intenta frenar la incorporación de Pjaca en el partido de ayer en Rijeka.
Jesús Vallejo intenta frenar la incorporación de Pjaca en el partido de ayer en Rijeka.
HNK Rijeka/RFEF

Jesús Vallejo se reafirma como una de las piezas esenciales de la actual camada de la selección española sub 21. El pasado jueves, Albert Celades, exzaragocista y de origen aragonés, lo reservó frente a la débil Georgia con el objetivo de que el central del Real Zaragoza, uno de los pocos especialistas puros en la posición del plantel español, liderará la defensa contra Croacia, en un partido vital en la lucha por la clasificación para el Europeo de Polonia de 2017. Vallejo no defraudó.


En un duelo jugado en buena parte por España sobre una alfombra gracias a la temprana expulsión de Kolinger y un marcador que se disparó hasta el 0-3, Vallejo vivió con cierta comodidad. Sin embargo, el sesteo de España casi le cuesta caro: en el tramo final, Croacia recortó distancias hasta el 2-3 y empujó con su torrente de talento (Halilovic, Pjaca, Kovacic, Pasalic...), apretujando a España y lanzando dos veces a la madera.


En esa fase final del partido, fue cuando Vallejo se expandió: a más trabajo, más rendimiento. Su posicionamiento, su velocidad al corte, su poderío en el uno contra uno.... Varías de las virtudes del central del Zaragoza resultaron claves para que España conquistara una valiosa victoria. Vallejo, por su parte, pasó con nota uno de los exámenes más exigentes de su carrera. El armamento de Croacia, pese a la categoría sub 21, es notable: Halilovic (Barça/Sporting), Pasalic (Chelsea/Mónaco), Kovacic (Real Madrid), Pjaca (Dinamo Zagreb)... varios de los mejores futbolistas europeos de su generación que convierten a Croacia en una de las potencias continentales de la categoría. Vallejo se desenvolvió con suficiencia en ese desafío.


España, así, dio un paso al frente en Rijeka, arrebatando a Croacia el liderato del grupo. El conjunto español, que sufrió al final, asumió la responsabilidad ante el envite decisivo contra el cuadro croata, hasta ahora líder, imbatido y plagado de futbolistas talentosos y reputados, que tiró de orgullo en el tramo final para poner en peligro el triunfo de España.


Tras un arranque a tumba abierta de ambos equipos bajo el mando y el ritmo impuesto por el sportinguista Alen Halilovic para los locales y Marco Asensio para el combinado español, una acción resultó clave. Desvió el partido casi definitivamente para el cuadro de Celades. La acción la gestó en el minuto 19 Javi Manquillo, que contempló a Dani Ceballos con espacios y le envió la pelota. El atacante del Betis destinó la jugada a Iñaki Williams, solo ante el meta, de cara al gol, que fue claramente desequilibrado por Denis Kolinger. El penalti señalado conllevó la expulsión del central balcánico. Gerard Deulofeu transformó desde los once metros y allanó el camino de España.


El técnico Nenad Gracan tuvo que dar entrada al zaguero Dino Peric para ajustar su equipo. Para entonces el partido ya estaba para España, que marcó el segundo poco antes del descanso. Fue después de que Manquillo desperdiciara un balón en boca de gol. El rechace llegó a Ceballos, que con velocidad lo llevó al punto de penalti donde Marco Asensio, según venía, superó a Livakovic. El tanto fue una losa para Croacia, rebasado claramente en el inicio de la segunda mitad. Williams tuvo el tercero pero lo desvió Dominik Livakovic con acierto. Llegó a continuación, cuando la presión de Gerard Deulofeu tuvo premio.


Provocó el error del meta, que le entregó el balón. En un rechace tras una acción a balón parado acortó diferencias Croacia. Una falta lanzada que rebotó en la barrera. Cayó la pelota en las botas del jugador del Mónaco Mario Pasalic, que batió a Kepa. El gol le estimuló. Con media hora aún por delante el combinado balcánico tiró de orgullo. España sufrió. A diez minutos del final, una falta de Jorge Meré a Fran Tudor, que encaraba a Kepa, acabó con su expulsión y el segundo tanto local, de penalti transformado por Josip Radosevic. Croacia se volcó y los palos salvaron a España: Tudor y Halilovic tocaron madera con sus remates en la prolongación.

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