El lado femenino del 'running'

Las mujeres no son ajenas a la eclosión de este deporte y su presencia cada vez es mayor tanto en la calle como en las carreras populares.

Un grupo de mujeres, en la salida de la 10K de Zaragoza de este año
Un grupo de mujeres, en la salida de la 10K de Zaragoza de este año
A. Alcorta

La práctica del ‘running’ sigue creciendo, y en buena parte lo hace gracias a su lado femenino. Cada vez son más las mujeres que se calzan las zapatillas, salen a la calle a correr y llenan las carreras de nombres como Diana o Luisa, antes más difíciles de encontrar en un mundo con mucha mayor presencia masculina.


La semana pasada, la Carrera de la Mujer, que se celebrará el próximo 15 de noviembre, agotó sus 8.000 dorsales en 24 horas. Los organizadores ya llevan años ampliando el número de participantes, y en las últimas ediciones han completado el límite: en 2010 participaron 3.500; en 2012, 5.000; en 2014 ya fueron 6.500 y en este 2015 la ampliación de 1.500 dorsales no ha sido suficiente para satisfacer la demanda. Es cierto que en esta carrera solidaria, cuyo objetivo es recaudar fondos para luchar contra el cáncer de mama, no todas las participantes acuden con el objetivo de correr, pero el aumento es significativo y se ve reflejado en el resto de pruebas populares que se celebran en Aragón.


En la 10K de Zaragoza, por ejemplo, el número de mujeres que participan se ha multiplicado por seis en solo tres años. En 2012 corrieron 400 mujeres, que representaban solo un 12% de los 3.200 corredores que tomaron la salida, mientras que en la última edición, un 40% de los 6.000 participantes (2.400) fueron mujeres. En las pruebas de mayor distancia el aumento de la presencia femenina está siendo más controlado, aunque también importante. En la Media Maratón de Zaragoza de 2013 corrieron 280 mujeres, en 2014 la cifra aumentó a 400 y este año han corrido 600, un 20% de todos los participantes.


“El aumento de la presencia femenina en el ‘running’ es algo muy real. Nosotros comenzamos hace tres años entrenando a 50 mujeres para la 10K de Zaragoza y ahora ya tenemos a 500 en diferentes niveles, desde las que acaban de comenzar a las que ya se preparan para pruebas”, asegura Sergio del Barrero, responsable del 10K Club Zaragoza, un grupo de entrenamiento para mujeres. Desde esta posición privilegiada, este entrenador ha visto en primera persona el aumento exponencial de las corredoras. “Yo creo que ha influido mucho el boca a boca y el que las chicas que nunca han corrido vean a otras que lo están haciendo. Unas vienen porque se lo ha recomendado una amiga y otras porque comprueban que hay gente que no había corrido nunca y ahora es capaz de hacerlo y piensan que ellas también pueden”, explica.


Los primeros pasos


Cualquiera puede empezar a correr, aseguran, con ganas y algo de espíritu de sacrificio. “Un buen día me compré unas zapatillas, me bajé un plan de entrenamiento y comencé a salir a correr. Me puse como objetivo acabar la Carrera de la Mujer, y lo conseguí”, asegura Diana Puchol, una de esas mujeres que ya son habituales en las pruebas populares. Pero llegó un momento en el que se estancó, algo que puede ser normal en la gente que comienza por su cuenta, y buscó gente con la que compartir esta afición. “Quería seguir avanzando, así que busqué un grupo de entrenamiento para preparar la 10K, y fue entonces cuando seguí mejorando y también descubrí la parte social de salir a correr”, asegura.


“En el 10K Club hay muchas chicas que han empezado de cero, que nunca habían corrido ni habían pensado en hacerlo, y ahora van a participar en la Behobia-San Sebastián, una carrera de 20 kilómetros con desniveles importantes”, asegura Del Barrero. Una de ellas es Luisa Manero, que comenzó a practicar este deporte hace ya dos años. “Al principio puede costar un poco, pero acaba enganchando y sienta fenomenal”, asegura esta corredora, quien también cree que muchos grupos de los que ahora conviven en la capital aragonesa se han convertido en algo más que gente que queda, corre e intenta mejorar sus tiempos. “Además de correr, he conocido a muchas chicas que ya se han convertido en mis amigas”, asegura Manero.


Mucho más que correr


Tanto Diana como Luisa aseguran que este deporte no solo ha mejorado su condición física, sino también la mental. “Desde que sigo un plan de entrenamientos he perdido 12 kilos, hay gente que ya no me reconoce por la calle”, bromea la primera, quien se encuentra “más ágil, más activa y con muchas más ganas de hacer otras cosas”.


Luisa, por su parte, destaca que “me ha ayudado para sentirme mejor físicamente, pero sobre todo a nivel anímico. Viene muy bien para desconectar y olvidarse durante un rato de los problemas”. Y corriendo se aprende, no solo de deporte, sino también de vida. “La mentalidad del ‘running’ la puedes aplicar al trabajo, a los estudios, a las relaciones personales… Casi sin querer exportas a otros ámbitos el espíritu de sacrificio o el hecho de que si te esfuerzas y le dedicas tiempo a algo obtendrás resultados”, añade Diana.


Eso sí, para beneficiarse de todos estos aspectos positivos hay que superar unas primeras semanas que en ocasiones pueden ser duras. “Hace falta espíritu de sacrificio para los primeros días, pero hay que tener paciencia e ir poco a poco. Lo bueno es que no tardas en ver el progreso. El primer día corría dos minutos y me ahogaba y al cabo de un tiempo ya aguantaba 20 minutos. Así, poco a poco, vas mejorando…”, asegura Diana, quien también recomienda que la gente que se inicia cuente con algún experto que le ayude. Su compañera Luisa, con algo más de experiencia, opina lo mismo: “No hay que rendirse al principio, eso es todo. Los resultados los recoges, pero no de forma inmediata. Hay que encontrar esa parte de sufrimiento deportivo que acaba enganchando”.

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