Marc Bertrán, listo para jugar

Pedro y Mario también evolucionan favorablemente pero tardarán al menos una o dos semanas más en estar aptos.

Bertrán, sonriente junto a Vallejo, en un ejercicio del entrenamiento de ayer.
Bertrán, sonriente junto a Vallejo, en un ejercicio del entrenamiento de ayer.
oliver duch

Satisfacción en el cuadro médico del Real Zaragoza, así como entre los técnicos y los propios jugadores que acometen la recta final de tres de las lesiones más serias de lo que va de campaña: Marc Bertrán, Pedro y Mario. Una vez desarrolladas las dos primeras sesiones de trabajo de la semana, el trío de convalecientes evoluciona por el mejor de los caminos previstos en su retorno a la normalidad del grupo. Por lo tanto, la mellada plantilla del primer equipo zaragocista está en trance de obtener en pocos días el refuerzo de tres puntales básicos en el diseño del equipo que hizo durante el verano la dirección deportiva, con Ángel Martín González a la cabeza.

El primero en reaparecer, cronológicamente, va a ser Bertrán este mismo fin de semana en Gerona. El veterano lateral derecho evidenció ayer en la Ciudad Deportiva que el callo y la cicatriz de la rotura fibrilar que sufrió en Lugo hace 26 días en el bíceps femoral del muslo izquierdo están ya consolidados y puede jugar al fútbol sin mermas. El ilerdense va a tener plaza segura en la lista de expedicionarios a Montilivi mañana viernes. Otra cosa será que Popovic decida su titularidad o, como parece más probable en plena racha positiva de resultados y rendimientos individuales, Isaac continúe en el flanco diestro de la defensa un día más.

Los casos de Pedro y Mario, también según todos los planes médicos y de rehabilitación, necesitan de algún día más de rodaje. No se va a correr con ninguno de ellos con el fin de garantizar un rendimiento solvente cuando se dé vía libre a su vuelta al equipo. Los dos han completado la mayor parte de los entrenamientos del martes y el miércoles sin dificultad alguna. Al contrario, ambos se muestran muy satisfechos por la respuesta de su cuerpo tras muchas semanas de baja (Pedro vive la sexta y Mario la decimotercera).

Solo al final de ambos ensayos, cuando el balón y las cuestiones tácticas han exigido una aplicación al máximo de todos los futbolistas, Popovic y el doctor Martínez han separado al alicantino y al canario del grupo. Anteayer se marcharon al gimnasio 10 minutos antes. Y ayer se apartaron para hacer carrera continua durante el último cuarto de hora. Incluso Mario hizo un amago de querer jugar el simulacro de partido con el que concluyó la mañana, pero el técnico le instó a que no lo hiciese.

Pedro todavía siente alguna molestia en la zona abdominal cuando golpea el balón. Algo natural dentro del proceso de normalización de una extraña lesión que afecta a la inserción del músculo recto abdominal izquierdo y que tanto llegó a preocupar hace un mes dentro del club. Será una pequeña secuela con la que, en las próximas semanas, el interior diestro tendrá que acostumbrarse a trabajar hasta que vaya difuminándose con el tiempo.

Mario, por su parte, siente un notable alivio en las habituales zonas de dolor, compatibles con su crónica patología en los tendones de Aquiles. El tratamiento que sigue desde el 19 de agosto en la consulta del doctor Mikel Sánchez, en Vitoria, basada en la medicina biológica mediante factores de crecimiento con su propia sangre, está dando el resultado deseado. Dentro de 15 días, ya en noviembre –tal y como se dató al comienzo de su terapia intensiva–, Mario podrá estar en disposición de ser uno más en la plantilla, con vocación de ir citado incluso para los partidos oficiales.

Aria Hasegawa sigue al margen

Mientras tanto, al margen de esta terna de lesionados que viene acaparando la atención desde el inicio de la semana por su ya próxima reincorporación al equipo, Aria Hasegawa continúa sin superar la fuerte contractura lumbo-dorsal que sufrió al final del primer tiempo en el partido de Copa ante el Llagostera, hace hoy una semana. El centrocampista japonés trabaja aparte, en compañía de Rubén –el otro convaleciente de larga duración– y todo apunta a que seguirá siendo baja este fin de semana en Gerona. El dolor de espalda le impide correr con naturalidad y golpear el balón normalmente, por lo que la situación aconseja precaución y más días de pausa.

Popovic, fiel al 4-3-3

En los primeros bocetos tácticos, Ranko Popovic dejó patente ayer que el sistema 4-3-3 con el que el equipo viene enrachado desde que lo instauró en el partido de Lugo hace un mes, seguirá siendo la apuesta básica para el duelo del sábado en Montilivi.

En un 9 contra 9 (no utilizó a los porteros para trabajar la posesión y solo disponía de 18 jugadores de campo), así quedó expuesto durante casi una hora de partidillos. Por esta carencia de piezas y para equilibrar los equipos, pasó a Diamanka con los suplentes, mientras Dorca ejerció de central zurdo tras la marcha de Cabrera.

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