El delantero de la Juventus trató de rematar un balón cuando se cumplía el minuto treinta y acabó con un defensa luxemburgués cayéndole en la rodilla, que se le torció.

El jugador quedó tendido en el suelo, con gestos evidentes de dolor, se puso de pie y volvió a caer. Mientras fue retirado del campo, en una camilla, Morata se tapaba las manos con la cara en una clara señal de dolor e inquietud por la posibilidad de sufrir una lesión.

El banquillo español reaccionó de inmediato y el delantero del Valencia, Paco Alcácer, entró en el campo a sustituir al lesionado Morata.