Un caspolino amante de los clásicos en el Espíritu Montjuic

Apunto de cumplir 62 años, Luis López Alós es un caspolino, aragonés de pura cepa, que vive con pasión el mundo del motor y particularmente de los clásicos. A bordo de su Porsche 911 3.0 RS, este fin de semana competía en el Torneo Javier del Arco, uno de los múltiples eventos deportivos y lúdicos que forman parte del Espíritu Montjuic, que este fin de semana alcanzó en Barcelona su quinta edición.

López Alós –que antes hizo el Rally Montecarlo, el Costa Brava, estuvo en el Europeo de Clásicos, y, hace solo dos semanas, en los 600 kilómetros de Spa (Bélgica)– ya se proclamó el año pasado ganador de este Trofeo en honor del periodista Javier del Arco (1946-2013), pionero en la información de competición automovilística y de Fórmula 1 en España. Se trata de un premio pensado especialmente para competidores nacionales con turismos y GTs de los años 60 y 70, y con unos costes de inscripción ajustados (entre 600 y 700 euros).

El año pasado estuvieron unos 30 pilotos, casi la mitad de otros países europeos, mientras que este año eran 36 en la parrilla, aunque solo una decena eran internacionales, que suelen traer equipos a la última en ruedas, discos, frenos o gasolina especial de 300 octanos, mientras los españoles se arreglan por lo general con componentes sencillos, explica López Alós.

Este año acudía con mejoras en el Porsche y con toda la ilusión de reeditar el triunfo, más allá del premio en sí, que solo es una copa sin dotación económica. Pero esta vez fue una carrera de obstáculos. El viernes, durante los primeros entrenamientos, rompió el cambio de marchas a las dos vueltas y su hijo tuvo que llevar con urgencia el viejo que guardaban en Alcañiz para poder seguir adelante.

Estuvieron hasta las 2 de la madrugada del sábado trabajando en un taller cercano y, a las 10.00, Luis pudo salir a la cronometrada. Pero surgieron nuevos problemas mecánicos con la reducción y con varias válvulas. Aún así, logró el cuarto mejor tiempo. Más horas de trabajo en el taller y al fin pudo salir a la carrera por la tarde. "El coche no iba redondo, pero tuve la suerte de que se tocaron dos y pude pasar entre medio, y logré acabar segundo en la general y primero de nuestra categoría", explicó López Alós al término de la prueba.

Entre tanto, el Espíritu Montjuic estuvo a punto de establecer un récord Guinness mundial al reunir en el evento del Circuit de Barcelona-Catalunya un total de 65 monoplazas de Fórmula 1 de todos los tiempos, la mayor concentración registrada hasta ahora en España.

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