Inglaterra ha comenzado el torneo atacando con la fuerza y la rabia de una bestia herida, pero la victoria en Cardiff contra Gales fue la medicina que necesitaban Stuart Lancaster y sus muchachos para relajarse. Por el contrario, el golpe de gracia que recibieron los italianos en Roma les ha dejado muchas dudas y nubes negras en el horizonte. Así está la moral en los dos equipos que deben enfrentarse este sábado 14 de febrero. 

Por su parte, los ingleses parecen haber dejado atrás los fantasmas de la derrota de hace dos años en Cardiff. No es de extrañar, por lo tanto, que el equipo inglés será un duro rival. El mayor riesgo para los anfitriones, es que salgan al campo demasiado seguros de sí mismos, por eso Lancaster quiso recordar el pasado vivido en Twickenham: "El desafío con Italia es un nuevo reto y nos hemos preparado lo mejor que hemos podido esta semana. Hace dos años Italia nos puso las cosas muy difíciles y lo hemos sufrido durante mucho tiempo. Ahora, sin embargo, contamos con un equipo más maduro. Hemos crecido. Aunque es importante tener en cuenta que Italia es un equipo experimentado".Los italianos presentarán combate

Por su parte, Jacques Brunel ha hecho cuatro cambios antes del viaje a Inglaterra debido, en gran parte, a las lesiones sufridas por Alessandro Zanni y Michele Campagnaro durante la derrota 26-3 ante Irlanda. De esta forma, el sábado entrarán al campo Mauro Bergamasco y Giovanbattista Venditti, ambos alas, con Luke McLean trasladado a extremo y Andrea Masi en el centro.

El primer objetivo de los azules es cambiar las estadísticas de la posesión. Durante su reciente derrota frente a Irlanda, el equipo rival controló el juego durante 70% del tiempo, error que no pueden volver a permitirse  frente a Inglaterra. 

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