Nadal olvida sus problemas con una contundente victoria

Se mete en octavos de final del Open de Australia, tras derrotar al israelí Dudi Sela (6-1, 6-0 y 7-5).

Nadal, en Australia.
Nadal olvida sus problemas con una contundente victoria

El tenista español Rafa Nadal se clasificó este viernes para los octavos de final del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de derrotar sin excesivas complicaciones al israelí Dudi Sela en tres sets por 6-1, 6-0 y 7-5.


Después de los problemas sufridos en su anterior partido ante el estadounidense Tim Smyczek, el balear ofreció una imagen más 'fresca' y enérgica para deshacerse fácilmente de su rival, que sólo quiso inquietar en el tercer parcial, donde el tercer cabeza de serie bajó un tanto su nivel y su rival lo elevó.


De este modo, el de Manacor, campeón en Melbourne Park en 2009 y finalista en 2012 y 2014, vuelve a alcanzar los octavos de final, una ronda en la que ha estado en todas sus participaciones salvo en su estreno en 2003. Para meterse en los cuartos de final ahora deberá superar a un sacador como el sudafricano Kevin Anderson, verdugo del francés Richard Gasquet.


Nadal mostró un buen nivel y cualquier duda sobre su aspecto físico tras lo visto el pasado miércoles con su sufrimiento en forma de mareos y poca energía quedó aparcada con un arrollador comienzo donde se le vio bien asentado en la pista, con una mejor movilidad y con un 'drive' que funcionaba a la perfección.


De este modo, en menos de una hora, el tenista español ya había encarrilado el billete para la siguiente ronda con un contundente 6-1, 6-0. Sela apenas había podido inquietar el servicio del manacorí, que ganaba sus juegos con facilidad y a base de golpes ganadores.


El nueve veces ganador de Roland Garros encadenó nueve juegos consecutivos para, tras el primer juego de su rival en el partido, en el quinto del primer set, llevarse esta manga, la segunda con un 'rosco' y tomar la delantera en el tercero.


Sin embargo, a partir de ahí, el israelí, 112 del mundo, se quitó los complejos y opuso más resistencia. Sela comenzó a ser más agresivo y a conectar más golpes ganadores, provocando además que el español, algo más relajado, comenzase a firmar más errores no forzados (15 de los 25 de todo el partido).


Así, Nadal comenzó a tener problemas con el servicio, teniendo que afrontar sus únicas cuatro bolas de rotura, aunque también siguió siendo una amenaza al resto. Como es habitual, el manacorí aguardó su oportunidad y esta llegó cuando el de Kiryat Shmonna servía para forzar las siempre imprevisible 'muerte súbita'.


El exnúmero uno del mundo no perdonó y sentenció en su segunda bola de partido su billete entre los 16 mejores del torneo.