Del parque Grande al Central Park

Es la peregrinación sagrada de los seguidores del ‘running’. Cerca de una decena de aragoneses que entrenan habitualmente en los Pinares de Venecia correrán el 2 de noviembre la mítica prueba de Estados Unidos

Andrea Lafuente y Luis Martínez hacen estiramientos en el parque Grande de Zaragoza.
Del parque Grande al Central Park
Asier Alcorta

Al menos nueve aragoneses cruzarán el Atlántico en los próximos días como unos peregrinos más para participar el próximo 2 de noviembre, junto a más de 60.000 atletas de más de cien países, en el maratón de Nueva York, el mayor del mundo y considerado la Meca de los ‘runners’ o corredores populares. Del parque Grande o José Antonio Labordeta de Zaragoza, escenario habitual de entrenamiento de la mayoría, darán el salto al Central Park de Nueva York, donde está situada la meta de la gran carrera en la ciudad de los rascacielos (con permiso de Chicago). Casi todos van por vez primera, emocionados por la leyenda de este maratón mítico. 


Quien repite es Cathy Navarro, del Grupo 7.45, que ya corrió en NY en 2009. "La experiencia estuvo muy bien –recuerda–. Venía del maratón de Berlín (en septiembre) y no hay ni punto de comparación. Volví muy satisfecha". El regreso este año surgió para compartir y disfrutar la aventura con su pareja, Ramón Villacampa, del mismo grupo de ‘runners’, que aspira a completar la ‘Gold Medal’ de los seis principales maratones del mundo: Boston, Chicago, Londres y Tokio, amén de Berlín y Nueva York. 


La fondista olímpica de Sabiñánigo María José Pueyo también va a correr "por fin" el Maratón de Nueva York, que le fascinaba incluso antes de iniciarse en el atletismo, aunque no va con aspiraciones de puestos ni tiempos, porque cuatro semanas después, el 30 de noviembre, tiene su principal cita en el Campeonato de España en San Sebastián. "Saldré con la élite, a tirar los primeros 5 kilómetros y luego a mi ritmo, a disfrutar e intentar cansarme lo menos posible. Será un buen entrenamiento", explica la atleta serrablesa. Pero su ilusión va más allá, porque desde agosto viene entrenando con su club Bikila a cuatro nuevos participantes, dos de Zaragoza y otros dos de Sabiñánigo, en una expedición organizada por Endeavor Travel & Sports que incluye un último encuentro de preparación en Nueva York antes de la carrera y una visita en grupo a la Feria del Corredor. "Una experiencia inolvidable"

En el blog de María José –http://mjpueyo.blogspot.com.es– otro aficionado que en 2009 completó los 42,195 kilómetros desde la entrada del puente de Verrazano en Staten Island hasta Central Park y que firma como Toñín, apunta con sana envidia que "no hay día que no recuerde el correr por Manhattan, los ánimos de la gente (...), el terminar e ir hacia el hotel y que la gente te preguntara qué tal te ha ido, que te den la enhorabuena sin conocerte de nada, que te llamen campeón; en fin, para un corredor es una experiencia que nunca se olvida".


La fama está extendida. "Cada vez que digo a alguien que voy a Nueva York se les caen los dientes al suelo", explica gráficamente Juan Murillo, uno de los veteranos de Zaragoza que ha entrenado María José Pueyo. Los 2,01 metros de altura de este médico de la empresa Mann-Hummel suponen, reconoce, "un pequeño handicap para correr", aunque no le ha impedido hacer ya tres veces el Maratón de Zaragoza (este año sólo hicieron los primeros 32 kilómetros para no quemarse) y dos veces el de Roma. En las 14 semanas que lleva preparándose ha perdido entre 10 y 12 kilos de peso. 


Su amigo el también médico Juan Carlos Sánchez-Garnica, de 54 años, habrá adelgazado unos 9 kilos, a pesar de que –dice­– sólo se ha privado de la cerveza. De María José Pueyo comenta que, "aparte de que es un encanto, es muy dura en la preparación. Cuando empecé pensé que no lo conseguiría. Pero nos controla y nos anima muchísimo, y eso es fundamental". Su reto personal es reafirmarse en que es "capaz de aguantar cualquier cosa". "Después de cada maratón que corro le digo a mi mujer que es el último, pero luego me vuelvo a reenganchar. Y el de Nueva York es el más emblemático, el que siempre esperas correr y acabar. La gente que lo ha corrido dice que es una maravilla, que no tiene nada que ver con ningún otro".


Ambos amigos han quedado el próximo sábado en Zaragoza para su última sesión de entrenamiento, antes de viajar a Nueva York, con María José Pueyo y sus otros dos pupilos, más jóvenes, Iván López y Jesús Latas, ambos de 33 años. Aunque los dos son sus paisanos de Sabiñánigo, no conocían personalmente a María José, pero se interesaron por la iniciativa a través de las redes sociales, se metieron y ahora están "muy animados por ir a correr el mejor maratón del mundo", explica Jesús.


También van, cada uno por su cuenta, Andrea Lafuente, de 30 años, socia de Amigos del Running, que contrató con una agencia hace más de un año, y Luis Martínez, de 40 años, que resultó agraciado en el sorteo de dorsales, otra de las posibles vías de acceso a la gran carrera popular. 


La mayoría sitúa sus expectativas en torno a los 4 minutos, aunque Anabel recalca que "para buscar marcas personales son mejores otras carreras". Y también saben que tendrán que hacer recuperación para bajar el ácido láctico acumulado en los músculos. "Hace dos años en París –recuerda Luis–, al día siguiente del maratón parecíamos de ‘Walking Dead’ con los quejidos que dábamos de no poder ni subir las escaleras".