El ídolo de una noche mágica
Íñigo Ros marcó el tanto que permite al Huesca emparejarse con un Primera europeo en la Copa del Rey

Dijo Tevenet en la previa del partido de Copa del Rey contra el Barakaldo que era una de esas citas para soñar con hacer el gol de la clasificación. Lo soñara o no, Íñigo Ros sintió esa inmensidad infinita concentrada en segundos cuando se marca un tanto de esta trascendencia. Fue un gol bonito, de entrar con todo y más a rematar de cabeza. Fue la locura en el 117 de la prórroga, la llave para la cuarta ronda del torneo, en la que al Huesca le espera (se conocerá esta mañana) un equipo de Champions o de Europa League.
Y aunque no sea un detalle fundamental, Ros es un futbolista de estatura normal (175 centímetros), lo que no impidió que supiera burlar la defensa vasca y acudir al espacio idóneo para rematar un magnífico centro del lateral zurdo David Morillas.
El centrocampista tudelano estalló de felicidad corriendo hacia todas partes y ninguna hasta que lo agarraron de la pechera sus compañeros. Fue como un regalo de cumpleaños anticipado, ya que el próximo día 21 de octubre le caerán los 33 tacos.
Ayer, ya con el gesto más reposado, Ros habló de las sensaciones vividas en la noche del miércoles. "Estamos muy contentos por el pase, el trabajo y por la repercusión que tiene lo sucedido, pero ya nos toca centrarnos en el siguiente partido". Difícil sacar del guión preestablecido a un veterano que ha pasado por las filas del Real Unión, Real Sociedad B, Jaén, Éibar y Tenerife.
"Estamos obligados a cambiar cien por cien el chip continuó el navarro, pero sí es verdad que esto ha sido una gran satisfacción para el vestuario, el club y la afición, algo que te hace trabajar con mucha alegría, aunque no podemos perder de vista que el domingo tenemos un partido muy importante para nosotros contra el Toledo". Y es que tras la disputa de ocho jornadas del campeonato de Liga, el Huesca es undécimo en la clasificación, una posición que está por debajo de las expectativas, si bien es cierto que a tres puntos de distancia de la promoción de ascenso.Serenidad
Ros explotó de emoción porque el pase de ronda y la esperanza de jugar contra uno de los grandes "significaba mucho para este grupo. Creo que nos merecíamos una alegría así y estoy encantado de haber podido aportar a ella". Pero al mismo tiempo recordó que "hay mucha normalidad en el vestuario, que es como creo que se deben vivir estas cosas, con los pies en el suelo".
A las diez y media de esta mañana será el sorteo copero en Madrid. La atención volverá a desviarse por motivos obvios: "Ojalá nos toque el mejor rival posible. Está claro que todos preferimos el Real Madrid o el Barcelona", comentó Ros.
Y ante la pregunta de si no sería mejor uno más débil para tener alguna opción de pasar de ronda, su respuesta fue rotunda: "También podemos ganar al Madrid o al Barça. No sería la primera vez que ocurre. Ahí tenemos el ejemplo cercano del Alcorcón".
El ambiente vivido en una noche mágica, con cerca de 4.000 espectadores en las gradas del Alcoraz, también le tocó de cerca. "Fue muy especial que la gente se volcara de esta manera con el equipo y que se hicieran sentir", resaltó el futbolista tudelano, para quien esta clasificación "puede servir como un punto de inflexión y para que si había aficionados que tenían dudas, vengan a apoyarnos domingo a domingo a partir de ahora".
La inmediatez del fútbol le hizo referirse nuevamente a la importancia de vencer al Toledo "para acercarnos al objetivo que nos marca el club". Sobre todo después de haber perdido la semana pasada contra el Socuéllamos, que iba colista en la tabla. "La mejor forma de reponerse de algo así está claro que es ganar", dijo.
Aunque antes tocará vivir en directo el sorteo, con toda la plantilla concentrada en la Terraza anexa al Alcoraz, donde puede caer, como suele decirse, el premio gordo de la lotería. O en su defecto, un buen pellizco.